La moda es cíclica, por lo tanto muchas cosas que nuestras madres e incluso abuelas ocuparon en su juventud hoy forman parte de las últimas tendencias de la moda. Lo que no quiere decir que a todas les quedarán bien o que sean bonitas, ustedes saben… sobre gustos no hay nada escrito. Sin embargo, existen algunas que por ningún motivo deberían ser re-utilizadas, aún cuando en nuestros días amenazan con su retorno.
Me refiero, en primer lugar, a las zapatillas con plataforma, que impusieron, en la época de los 90´s, las Spice Girls. ¡¡Terribles!! No hay pierna que se luzca con estos modelos, no se ven “cool” ni aunque las use Cecilia Bolocco. Por el contrario, dan la apariencia de muy poca clase, crean el efecto óptico de una pierna más gorda y corta, te ves más ancha en general y no te sientan ni con jeans acampanados. Además, las plataformas traían unos diseños hiper deportivos en tonos contrastantes con el diseño y color del calzado. ¡Atroz!
Pero, ¿qué me dicen de las hombreras? ¿Por qué alguna mujer querría lucir una espalda más ancha de lo normal? Hasta donde yo sé el torso en forma de triángulo invertido es característica de los hombres, no nuestra. ¿En qué pensaban los diseñadores de los 80’s cuando decidieron ponerle más hombro a las blusas, vestidos y abrigos? No me imagino qué es lo que logran destacar con ese accesorio. Tal vez la cintura, pero me parece que hay mejores formas de hacerlo (como los cortes debajo del busto)
¿Se acuerdan de Madonna en los 80’s con “Papa don’t preach” y de las películas juveniles como “The breakfast club”? Bueno, allí se impusieron los tutús de bailarina sobre jeans y calzas en el atuendo de las jovencitas. Bueno, siempre he creído que es absurdo usar accesorios de disciplinas deportivas para adornar un look. Es como si mañana saliera a la calle vestida de oficina y con un palo de golf para complementar mi outfit. Ridículo, ¿no? Además es una prenda muy de fantasía, que sólo debe quedarse en el espectáculo y no trasladarse a la calle. A menos que sufras de algún trastorno de personalidad como el síndrome de Peter Pan…
No obstante, hay algo que considero aún peor que el tutú: se trata de las calzas blancas o color piel con agarradera sujetada en el pie. ¡Peor aún si son combinadas con zapatos de taco alto! Primero, es una prenda mega incómoda, ya que pucha que sufre el pie al tener ese pedazo de tela entre la piel y la plantilla. ¡Duele! Además, calzas de ese tono, ¡qué desastre! Mejor salir con los puros calzones a la calle y ya. Ni siquiera las chicas regias se ven distinguidas con esos colores tan apegados al cuerpo; pasan de sensual a vulgar en dos segundos.
Ahora bien, como dice la primera ley de la termodinámica “la energía no se crea, ni se destruye, solo se transforma”. Y esto se puede aplicar a la moda, que nunca muere, sino que se renueva. ¡Pero tranquilas, que las nuevas versiones de estos horrores son bastante más aceptables! (El tiempo algo enseña) Así es que, aunque esta regla aplica, generalmente es para mejor.
Foto CC vía Flickr (cybertoad)