Para mis vacaciones 2014 elegí ir a Río de Janeiro y vaya que fue una buena decisión.
Cuando nos hablan de esta ciudad todos pensamos instantáneamente en sus playas y atractivos turísticos, pero nadie nos cuenta con claridad qué es lo imperdible de esta bella y alegre ciudad. Por eso les traje datos imperdibles. ¡Tomen nota!
Si nunca han visitado Río, los imperdibles son:
El Corcovado: Es un paseo obligado en esta ciudad. Tienes que volver con una foto delante del tremendo Cristo Redentor. No es uno de mis panoramas favoritos, pero es una experiencia divertida. Además la entrada está ubicada en un cerro al estilo San Cristóbal pero mucho más frondoso, muy lindo.
El Pan de Azúcar: Desde aquí tienes la posibilidad de ver Río en todo su esplendor. Un paisaje que maravilla el alma, la vista y el corazón. Personalmente uno de mis favoritos.
La Escalera de Selarón: Uno de los lugares que más me gustó visitar, no sólo porque su creador es un chileno (fallecido el año pasado), sino porque se trata de una verdadera obra de arte transformada en escalera. Para los que no la conocen, es una escalera cubierta de millones de azulejos provenientes de todo el mundo.
Los Arcos de Lapa: Queda como a 3 o 4 cuadras de la Escalera de Selarón. No es que tenga algo fantástico, pero su arquitectura es muy pintoresca.
Estadio Maracaná: Principalmente para fanáticos del fútbol.
Las playas de Copacabana, Ipanema y Leblón: Todas buenas. Afuera ese mito de que la de Leblón es la mejor sólo por el hecho de estar ubicada en el barrio más caro de esta ciudad. Tanto Copacabana como Ipanema son mis favoritas, con mucha y deliciosa oferta gastronómica en la costanera.
FAVELA ROCINHA
Del viaje, esta fue la principal novedad. En el hostal en que nos hospedamos nos recomendaron realizar el "Favela Tour". Jamás pensé pisar una; de hecho, por prejuicio me aterraban, pero como los guías del tour nos parecieron confiables, experimentados y serios, decidimos embarcarnos en esta aventura.
Muy temprano nos pasaron a buscar a la hostal y camino a la Favela Rocinha (la más grande de Brasil hasta hace algunos años) el guía nos iba contando historias aterradoras ocurridas en el interior. Para qué les voy a mentir, iba muerta de miedo.
Una vez que llegamos, nos estacionamos a la bajada y comenzamos a subir a pie. La principal recomendación fue "sean amables, saluden, no graben a la gente que pasa porque se sienten amenazados y si ven a niños o jóvenes con espetas no se queden mirandolos". Con mi novio íbamos tiesos, pero tras un rato caminando nos relajamos y descubrimos que nada malo ocurría en su interior. Es sólo gente pobre, tratando de sobrevivir con sueldos bajos en un territorio que no legalizado. Mientras uno respete las reglas del lugar (como en todo orden de cosas) nada malo puede ocurrir.
Las favelas sí son peligrosas (principalmente por el tráfico de droga), pero la vida en su interior se basa absolutamente en el respeto. Nosotros respetamos su lugar y todo funcionó de maravillas.
Fue una experiencia inolvidable y definitivamente, lo que más disfruté del viaje. Conocimos la verdadera cara de Brasil, que ojo, no son sus playas (indiscutiblemente maravillosas, pero no la realidad).
Les recomiendo que si visitan Río, se atrevan a ir a una favela. Eso sí, siempre con un guía especializado que conozca el lugar y su gente.
Ahora, en el contexto del Mundial de Fútbol, más que nunca es importante que conozcamos esta realidad, sabiendo que mientras se invierte en bellos y ornamentados estadios o se arreglan playas y carreteras, Brasil sigue siendo mayoritariamente pobre.
Si vas a Brasil ¿Te atreverás con el favela tour?