Todo empezó un día en el que mi pelo estaba extremadamente sucio. Después de salir en la noche quedó pasado a cigarro. Lo lavé como de costumbre, pero yo aún seguía oliendo el humo, por lo que volví a echarle shampoo y enjuagarlo otras dos veces para asegurarme de que estaba limpio.
Desde ese momento siempre he tenido que lavar mi pelo tres veces seguidas para sentir que está bien. Necesito que mi cabello rechine luego del enjuague. Si no hago esta rutina, siento que aún está sucio.
Lo peor es que me está pasando lo mismo con las manos y los dientes. Es una especie de TOC, una obsesión por la higiene, pero un poco más controlado.
Aunque debo reconocer que cuando era más chica, solía ser peor con el tema de la limpieza personal. Me lavaba las manos cada vez que tocaba algo que no era mio. Incluso, todos los viernes, luego del fin de la jornada escolar solía lavar los lápices y otros útiles que llevaba al colegio, como la regla, el estuche, la mochila, sacapuntas, etc.
Ustedes qué creen ¿estoy muy loca?