Hoy queremos saludar a las mujeres más importantes de nuestra vida: aquellas a quienes debemos lo que somos. Las mismas que nos cuidaron cuando éramos pequeñas, enseñándonos a amar y a soñar. El rostro que deseamos ver para darnos paz cuando estamos en problemas y los brazos en que necesitamos abrigarnos para sentirnos protegidas. Nuestras madres, aquellos ángeles guardianes convertidos en mujeres.
Abrazamos con admiración a aquellas que, tras ser defraudadas por el hombre que escogieron, asumieron con valentía y amor infinito la crianza de sus hijos. También a las que sin haberlos engendrado, asumieron magistral y generosamente este rol sublime. A todas quienes concilian su realización profesional con el cuidado de sus chiquitos, demostrando a la sociedad que hacerlo (y de maravillas) es posible. Recordamos también a quienes no están físicamente, pero que vivirán por siempre en el corazón de sus retoños.
Para todas, vaya un sincero y cariñoso saludo, además de gratitud sin límite por todo el amor que nos han entregado; ser las mejores amigas que hemos tenido y el lugar de nuestro corazón en donde siempre nos refugiamos. No necesitamos un día específico para decirles cuánto las amamos, ni manifestarles lo cruciales que son para nosotras. Sin embargo, en este 11 de mayo, aprovechamos para desearles un ¡muy Feliz Día a todas!
Foto CC vía www.saramusico.com