Lo recuerdo como si hubiese sido ayer, la universidad y ese ayudante de cátedra que estaba como quería. Yo creo que la gran parte de mis ex compañeras (éramos mayoritariamente mujeres) se pasaban los mismos rollos que yo. Cuando “él” pisaba el umbral de la puerta nuestra atención se dirigía a su cara y su pinta, (porque pucha que era rico y lo sigue siendo).
No hace mucho, carreteando con mis amigas nos topamos con él. Cuando se fue todas compartimos la misma opinión: se podrán imaginar nuestros comentarios sobre su aspecto y el hecho de que todas "le teníamos ganas" cuando estábamos en la U.
Era súper coqueto, casi como si supiera que andábamos loquitas por él. Aunque odio a los pretenciosos, creo que en este caso se justifica con honores.
Igual lo de mis compañeras y yo eran tonteras, pero pienso que debe ser terrible que te guste alguien que no vas a tener: un profe, tu jefe, el hermano gay de tu amiga o tu primo, en fin. Lo único que puedo agradecer es haber sido una de sus "favoritas" y que estuviera a mi disposición siempre que quise. (Ayayayayayayai).
Pero no podemos negar que la situación excita bastante, ¿no creen?
¿Y tú, tienes alguna experiencia que contar?
Imagen CC Tetsumo