La primera vez que los escuché, estaba en segundo año de Periodismo, la lluvia caía tupida sobre Concepción y no tenía mayores preocupaciones que mechonear y sobrevivir a un par de certámenes. Era mayo del 2009. Phoenix había lanzado el álbum “Wolfgang Amadeus Phoenix”, el mismo que los llevaría a la fama mundial y su caballito de batalla, "Lisztomania", se colaba tímidamente en las radios chilenas. Bastó con que una acañada noche sintonizara la Rock&Pop (cuando estaba en su fase más experimental) y apareció aquel single: fue amor musical a primera oída. Se enredó en mi cerebro y me puse a tararearla por todos lados: caminando a mis clases toda empapada, mientras me empinaba un borgoña en el Neruda, cuando conocía a mechones buenos para conversar y cuando volvía al mismo bar Neruda, pero a tomarme una cazuela.
Del delirio que provocaba el pianista Franz Liszt en sus fans (sí, ese es el significado de Lisztomania), salté a los sonidos eléctricos que cantaban sobre el París del año “1901”. Y como dos canciones no son suficientes, me comí el álbum entero y luego todos los anteriores que logré pillar desparramados por Internet (¡gracias, Taringa!)
Al principio, todos me miraban raro por andar pegada con una banda francesa media hipster, así que me guardaba mis tarareos para el repertorio en la ducha. Hasta que una noche bastante loca, que incluyó bajarme mal de la micro, tener que cruzar caminando San Pedro de la Paz a medianoche, tomar Ron Abuelo y tener muchas fotos haciendo “koala”, ocurrió algo mágico: conocí a un mechón dos años menor que yo tarareando lo mismo. Era noviembre del 2010 y Phoenix iba a tocar por primera vez en Chile. “Casi nadie los cacha, pero quiero ir igual al concierto”, me contó él. Había esperanza.
Hoy, el escenario es radicalmente diferente: hicieron saltar a miles de fans al ritmo de sus canciones en Lollapalooza Chile 2014, su tema “Entertainment” es usado de cortina para programas del MTV y andan de tour por todo el planeta. Y definitivamente no soy hipster, porque esa popularidad que se ganaron a puro esfuerzo, me hace feliz (en vez de dejarlos de escuchar porque son mainstream, como otras personas…)
Lo que debes saber sobre esta banda
A pesar de que se hicieron más conocidos por el 2009, el camino fue largo, porque Thomas Mars, Deck d'Arcy, Laurent Brancowitz y Christian Mazzalaia comenzaron a tocar a finales de los 90’s (así que ya saben chicos: nunca se rindan). De hecho, fue en el suburbio de Versalles, Francia (sí, famoso por el palacio y la María Antonieta con sus tortas) y eran parte de la misma corriente que vio nacer a artistas como Air y Daft Punk.
Podríamos definir su música como un rock muy popero o un pop muy alternativo. Ya han lanzado 5 álbumes originales y han compuesto más de 50 canciones. Su primer gran paso fue hacer un remix de "Kelly Watch the Stars", sí, esa relajante canción de Air. Gracias a esa mezcla se hicieron famosillos en la escena underground y desde ahí (bien abajito), comenzaron a escalar.
A comienzos del 2000 ya tenían su éxito "Too Young", como soundtrack de películas como "Shallow Hal" y "Lost in Translation" (aunque admito sólo haber visto la segunda), pero fue en 2010 que llegó el reconocimiento mundial: el álbum "Wolfgang Amadeus Phoenix" los hizo ganadores de un Grammy.
Su último lanzamiento fue "Bankrupt", en enero del 2013, disco que nos dejó canciones tan pegajosas como "Entertainment" (famosa por sus sonidos orientales) y "Trying to be Cool", que es el video con el que me despido.
¡Espero que disfruten esta nota y a esta banda tanto como yo lo hago!
Foto CC de Eric Gravengaard