Facebook es sin duda una de las mejores redes de interacción entre personas que pueden estar a miles de kilómetros de distancia.
Allí se comparten vidas enteras, fotografías, experiencias e incluso actividades que realizamos a diario, nos podemos hacer amigos tanto de personas que conocemos físicamente como con las que no e incluso, gracias a una herramienta integrada hace algún tiempo, podemos hacer completamente privadas esas "amistades".
Y es ahí donde precisamente nació mi problema. El facebook de mi ex desde un principio no ocultaba nada, el muro lo podía ver cualquier persona, al igual que sus fotos y personas con las que interactuaba (amigos de Facebook).
Pero, de un día para otro todo cambió, el muro no lo visitaba casi nadie, ya no habían fotos ni comentarios... al menos para mi.
¿Qué pasó? , sin entender muy bien por qué, los estados y todo tipo de actividad en la red social comenzó a ocultarse para mí, todos podían verlo, menos yo.
Cuando me enteré me descoloqué, nunca fui muy celosa como para que él necesitara hacer eso, tampoco yo nunca oculté algo, era completamente transparente con él... no merecía ser retribuida de esa manera.
Al principio no dije nada, callé para poder averiguar qué es lo que estaba pasando. Pasaron semanas de incertidumbre, hasta que encontré lo que no quería encontrar: me estaba siendo infiel y el coqueteo con su amante era descarado a través de Facebook.
Quizás la relación ya no era la misma de antes, tal vez el amor no era el mismo, pero al menos, por el tiempo que estuvimos juntos, yo merecía un poco de respeto, la burla no tenía porqué ser tan descarada.
¿Cómo lo descubrí?... bueno no fue muy difícil. Yo sabía que algo estaba pasando y aproveché un descuido de él para prender su computador y revisarlo. La sesión estaba abierta y al hacer algo tan simple como entrar a su muro descubrí que me estaba engañando hace al menos dos meses.
Finalmente lo enfrenté y no tuvo más que reconocer lo que había hecho. Terminamos y él de inmediato inició una relación con ella. No sé si habrá sido castigo divino o qué, la cosa es que no duraron ni dos semanas y ahí me buscó pidiendo perdón. Yo, muy triste y aún impactada le dije que eso no se perdonaba, que todos sabían lo que ocurría menos yo, todos se reían y yo seguía dando todo.
Creo que comprendió y se fue...siendo la última vez que nos miramos a la cara.
Imagen CC Sean MacEntee