Si hay algo que creo que es súper poco glamoroso es que cuando alguien tiene una deuda contigo, ésta persona no sea capaz de acercarte a ti para comentarte cuando la saldará. Y lo que es peor, eres tú la tiene que estar detrás; porque claro, las lucas que prestaste te duelen, ya que a ti nadie te regala la plata y todo lo que ganas es debido a tu esfuerzo. ¡Una lata!
En lo personal, siempre que tengo una deuda con alguien, (aunque no acostumbro a pedir dinero prestado) estoy pendiente de contarle a esa persona cuando podré pagarle. No me gusta estar con la sensación de que debo cosas, me incomoda, quizás puede sonar exagerado pero así es.
Si alguien fue solidario contigo, lo mínimo de tu parte es ser considerada y responsable. ¿Les ha pasado alguna vez eso de luchar contra una espera que parece interminable?
Yo creo que la solución al tema es dar conocimiento a la persona “deudora” antes de… es decir, expresarle que no tienes problemas respecto al préstamo pero que en una fecha determinada lo necesitas de vuelta. Algunos pueden pensar que como la relación es cercana, no importa tanto eso de pagar “al día” pero es todo lo contrario. Es cuando más debes tener la deferencia de cumplir con tus obligaciones, justamente por el cariño que les une y la consideración que de ese afecto se desprende.
Por eso, creo que lo más recomendable es ser correcto con los amigos y los préstamos; eso asegura que la confianza no se quiebre, ya que, queramos o no, el dinero mueve muchas cosas.
¿Y ustedes, qué opinan?
Imagen CC Carmen Escobar Carrio