Pensar en orgasmos múltiples motiva bastante, les diré. Principalmente porque no siempre la realidad es así. Hay actos sexuales que dejan mucho que desear y aunque sean con el hombre de nuestros sueños, no siempre terminan bien, no sé si me entienden. Un orgasmo múltiple consiste en experimentar varios clímax seguidos durante una misma “sesión”. Un gran reto, pero posible.
Por eso, es imprescindible vivir una sexualidad a flor de piel, sin miedos, ni vergüenzas. De esa forma se disfruta todo en un mayor grado y, ¿quién sabe si luego de tener conciencia de lo que les comento, esos multiorgasmos sean las mejores sensaciones que hayan vivido? Y no sólo una vez, si no que vengan a ustedes de manera recurrente.
Hablando desde el punto más “práctico”: todas las mujeres somos biológicamente orgásmicas. El punto para llegar a ese “multiorgasmo” es la fase de control, no relajarse luego del clímax. Es decir, no pensar que tras tener un orgasmo, ya todo se ha terminado.
Para lograr esto, es aconsejable hablarlo con la pareja. (Lo ideal es no tener que montar un diálogo, pero si el objetivo es tener momentos de placer extendidos, para partir no está mal). Además, también es importante el control del hombre, ya que una vez que ellos eyaculan, no es posible que puedan continuar el disfrute con su pareja. ¡Una pena!
Un punto importante, es que mientras más seguros estén de sí mismos, más fácil será conquistar la plenitud del acto en la práctica sexual. Incluso es conveniente tener en cuenta que el deseo de la mujer y su excitación comienzan en la mente y luego se convierten en sensaciones corporales. He aquí señores/as la importancia de la “previa”.
Encontré una información en Internet que indica que un tercio de la población femenina puede alcanzar el multiorgasmo. El resto no lo experimenta por mero desconocimiento, falta de experiencia o problemas fisiológicos. Y acá va el dato interesante: el 33% lo logra tras masturbarse (ellas o su pareja).
Para las que desean experimentar lo que les cuento, les dejo una lista para conseguirlo:
1.Actitud abierta.
2.Un compañero a todo terreno, que no le dé “cosa” hacer o pedir (esto también va para nosotras).
3.Saber lo que te gusta. Esto se logra conociendo tu cuerpo.
4.Estar consciente de tu estado de salud.
Para finalizar mi pequeña introducción al mundo del placer, puedo decirles que no se angustien buscando orgasmos soñados. A veces no es cosa de nosotras, de repente el compañero no satisface nuestras necesidades o bien, nosotras no nos sentimos seguras de algo. Quizás es bueno ser selectivas respecto al macho al que le entregamos la confianza para regalarnos placer.
¿Qué opinan?
Imagen CC Alejandro Sánchez Marcos