¿Vil y cochino dinero? No, necesario y escurridizo. Ya estamos terminando el mes: tu despensa tiene un kilo de harina y algunas conservas; tu refrigerador, tomates y algo de lechuga. Con mucha imaginación seguro salvas los almuerzos de estos días y, revisando por aquí por allá, te quedan unos pocos pesos para llegar al 30. Es la triste realidad. Si ya estás en esas instancias seguro te harás la pregunta que me hago yo: ¿por qué tengo que llegar a esto? ¿En qué se me fue mi sueldo?
Los días pasan y la mente es frágil. En especial cuando no queremos recordar que no aguantamos de comprar esas botas —que no podían ser más baratas— o que todos los días mientras el sueño nos mataba, nos tomábamos una bebida con mucha cafeína para una jornada prendida. Tenemos malos hábitos - y no es que seamos compradoras compulsivas o unas tentadas -, es sólo que a veces nos dejamos llevar por esos impulsos irresistibles.
Si este mes ya no hay cómo darle aire a nuestra economía, aquí van unos tips para el mes siguiente sea mejor:
1. Ten presente cuánto te pagaran. Debe ser el valor exacto. Anótalo en un cuaderno o en un Excel al que llamaremos: “cuaderno de gastos”. Siempre debes usar el mismo, así podrás comparar en que ha cambiado cada mes.
2. Haz una lista con todos los gastos que haces mensualmente. A esos les llamaremos: “gastos fijos”. Debes colocar al menos: la luz, el agua, el gas, locomoción, supermercado, feria y arriendo.
Además, deberás anotar aquellas cosas que compras algunas veces: como la crema para el pelo, los perfumes, salidas a comer, cine, ropa, algún libro, el regalo para la festividad del mes (o el cumpleañero de turno) y los gastos inesperados, como los remedios para el resfrío, la goma para la gotera del agua o el arreglo de la estufa. A estos les llamaremos: “gastos flexibles”
Con todo anotado lograremos lo básico: el registro. Ahora sabrás en qué gastas el dinero. Luego tendremos que sacar cuentas. Cálculo: Sueldo - gastos fijos - gastos flexibles = dinero restante.
Ahora viene el momento fundamental: la toma de decisiones. Si los números están a tu favor, distribuye el saldo de la mejor manera: ahorro, inversión o regaloneo. Si los números están en tu contra, es momento de hacer cambios. Los gastos fijos son intocables, pero los otros son materia abierta. Revisa qué no debiste comprar y en qué gastaste más. Busca lugares donde esos mismos productos sean más baratos. Puedes comprar al por mayor con ayuda de alguna amiga y lo más importante: prioriza.
¿Lo intentaras? ¡Tal vez ahorres lo suficiente para unas buenas vacaciones! ¡Anímate!
Imagen CC Pictures of Money