por Trinidad
Estás en una relación, feliz de la vida, pensando que él es el hombre de tus sueños. Es con quien quieres casarte, tener hijos, formar una familia y estar juntos hasta abuelitos. Lindo, ¿no?
Pero de pronto, todo eso cambia: las conversaciones se vuelven frías y cortantes, los mensajes suelen ser cortos, esas ganas de verlo ya no existen y prefieres hablar por teléfono que juntarte a comer o solamente a conversar.
Eso me pasó a mí: llevaba cuatro años con mi pareja y nunca caímos en la monotonía. Siempre todo era distinto con él, me sorprendía con esos detalles que a toda mujer encantan. Pero hace tres meses que ya no es el mismo. Conversar con él es como hablarle a un extraño. Cuando nos juntamos es como si él fuera obligado y esas largas conversaciones telefónicas hoy no duran ni cinco minutos. Trate de conversar una y mil veces con él, explicándole el problema, pero seguía igual. Hubo dos semanas en que estuve llena de dificultades: en la universidad, familiares, amigas que me defraudaron, etc. Cuando más quería tener a alguien a mi lado , estaban todos , menos él... Fue en ese momento cuando me dí cuenta de que lo mejor era dar un paso al costado. Lo amaba, pero no hay nada más terrible que estar en una relación y sentirse sola.
Así es que chicas, cuando experimenten ese vacío en una relación ¡ojo! porque algo no está funcionando. A veces, dejar ir y quedarse con lo bonito también es amor: del más sano, el que más cuesta, pero que mejor se recuerda.
Imagen CC Ana Patricia Almeida