Amigas: a cuántas nos ha pasado que estamos pololeando, muy felices, pasamos con él mil cosas - momentos buenos y malos - y quizás hasta nos costó mucho estar a su lado, pero llega una instancia en que nos encontramos con problemas en el camino. Entonces, nos damos cuenta que no todo es color de rosas ni marcha como queremos.
Se nos aprieta el corazón. ¿Qué hacemos?, ¡no podemos perder a nuestro príncipe azul! Lo más importante es darse cuenta de que una relación de pareja hay que alimentarla, regarla como a una flor y ¡ambos deben poner de su parte! Si algo no funciona, no podemos culpar a uno solo por lo sucedido. Revisemos entonces en qué estamos fallando como pareja.
En ocasiones sucede que dejamos de lado a nuestro hombre por preocuparnos de otras cosas (el trabajo, problemas familiares hasta detalles nimios que tienen solución) y no queremos verlo ni salir a ningún lado con él. ¡Hasta nos enfermamos por pasar pensando en solucionar el mundo, como Pinky y Cerebro!. Pero chicas, es lo peor que podemos hacer porque ellos no son adivinos y no saben todo lo que nos pasa. Es así donde llega un momento en que los pasamos a llevar sin querer, les decimos algo y ellos lo interpretan de una forma totalmente distinta, se molestan y piensan cualquier cosa ¡Sí, cualquier cosa!, incluso que no los queremos de verdad, siendo que ¡Es todo lo contrario! Es cuando se alejan de nosotras y no sabemos qué hacer.
Se pueden presentar muchos obstáculos en una relación de pareja. Tampoco es inusual el caso inverso, donde nosotras nos alejamos de ellos si adoptan esa actitud, por falta de comunicación o cuando uno piensa blanco y el otro negro.
Pero tranquilas, somos seres humanos y todos podemos equivocarnos en alguna ocasión. ¡Acción! lo primero es que las dos partes deben preguntarse¿lo/la extraño, veo sus fotos, miro su Facebook, quiero hacer cosas con él/ella que no hice antes, por estar pensando en detalles sin importancia en vez de enfocarme en nuestra relación? Y si volviéramos, ¿colocaría todo de mi parte para que esta vez funcionara?
Si a estas preguntas la respuesta es sí, entonces no hay duda que adoramos a nuestra otra mitad con todo el corazón, nos dimos cuenta de nuestros errores y si nos damos otra oportunidad, pondremos todo de nuestra parte para reconstruir eso tan hermoso que llegamos a tener. Entonces,¡genial, vamos con todo! Pero ambos deben dar su brazo a torcer, ya que a veces nos cegamos con la rabia que nos causó una actitud o algún detalle, y por eso no contestamos el teléfono ni los mensajes.
¿Pero para qué pasar por todo eso y estar separados, sólo recordar las cosas malas y los defectos del otro? En el fondo toda relación puede arreglarse como dicen ¡Si hay amor todo se puede! Sólo es necesario darnos cuenta de lo que realmente sentimos, dejar el orgullo de lado, dar el segundo paso si el otro ya dio el primero y propiciar una conversación calmada, desde el corazón, en la que se traten las cosas que molestaron, ambas partes se ofrezcan disculpas y aclaren todo.
Les aseguro que siempre hay una oportunidad y un nuevo camino por recorrer, ya que no conectamos y tenemos química con cualquier persona a la vuelta de la esquina y más aún si nos tomó tiempo lograr conquistar su corazón. ¿Para qué quedarse en la frase de uno de los temas del romántico Paolo Meneguzzi “Dos locos que no saben decir lo siento y sufren noche tras noche”? Mejor, como dice una amiga mía, ¡Hagan el amor y no la guerra! ¿No les parece?
Imagen CC puntxote