- "A las 10 AM te entrevistará Gabriela para el cargo"
- "¡Genial, una nueva oportunidad!" - pensé - "¡Me prepararé e iré con mucho entusiasmo!"
¿Les ha pasado amigas que se arreglan bastante para una reunión laboral? Tienen mucha fe y van con calma, porque les han dicho que las entrevistará una mujer, lo cual les da más tranquilidad.
Estaba todo muy bien, esperé en recepción y miré hacia el lado donde en una oficina vi ¡al medio mino! De esos con los cuales te quedas literalmente ultra pegada. Y más encima ¡me miró y me sonrió, quedé como una boba con su encanto!
La recepcionista me pidió que respondiera unas preguntas y llenara una ficha. Mientras, yo pensaba: "¡uff, menos mal que no es él quien me entrevistará, ya que se me olvidaría hasta mi nombre!
Pero ¡sorpresa! Luego de entregarle el formulario a la chica, ella me condujo a otra oficina ¡Sí, la misma donde estaba el bombón que no podía dejar de mirar! ¡Trágame tierra, que vergüenza, y ya se dio cuenta de que lo estaba observando! Y ahí estaba, en frente del medio mino tipo actor de Hollywood, pensando que la entrevista sería un caos y que los nervios me superarían, pero¡no! Su presencia surtió el efecto contrario, ya que de no sé dónde saqué un gran valor. Me desenvolví mejor de lo esperable, respondiendo todo con mucha seguridad. En vez de cohibirme, saqué más personalidad.
¡Increíble!, ¿no? Lo que llegan a provocar algunos hombres en nosotras.
¡Y es que claro, queremos destacar y atraer su atención! Y qué mejor que en una de estas instancias, demostrando nuestra inteligencia, pues ¡no sólo somos una cara bonita!
Así que ya saben, queridas amigas, a dar gracias a esos bombones "reclutadores". Por experiencia les digo que pueden hacer aflorar cualidades escondidas, que nos llevarán a mostrar todo nuestro potencial.
Y a ustedes ¿les ha pasado algo similar?
Imagen CC e-Lexia