No importa si estoy en el baño, en una micro repleta de gente o durmiendo a las 11 de la noche un día domingo: ¡me llaman a cada rato!
Debo decir que soy una mujer comunicativa, me gusta hablar tanto como escribir, pero hay momentos en desearía tirar el celular por la ventana. Y sinceramente sería una reverenda lesera, porque los teléfonos no son nada de baratos y necesito tenerlo cerca. El problema no son las llamadas en sí, sino los motivos: "haga esto, vio esto otro, leyó el correo, ¿qué hago si pasa esto? ¿por qué no puedo imprimir en color? ¿una o dos tazas de agua?" : ¡Me llenan! ¿Por qué siempre me tienen que llamar a mí? Lo peor es que si fuera gente que en verdad necesita mi ayuda, aunque tuviera que despertarme a las tres de la mañana lo haría, pero no; es gente que tiene Internet en el celular ¿Cómo no va a ser más fácil preguntar en google que llamarme?
A veces apago el teléfono para no recibir esas llamadas indeseables, pero mis parientes necesitan saber de mí y yo de ellos. Podría ser tan fácil como no contestar, pero cuando se trata del jefe, que vive por su trabajo y te preguntará "¿por qué no me contesto?", no es tan fácil. ¡Desearía tanto tener un filtro de llamadas, que a ciertos números les cortara automáticamente y a los que me interesan les dejara pasar!
Al final, creo que el problema no es el celular, el problema es que hay gente desubicada que cree que uno tiene todo el día para contestarle.
¿Alguna estrategia evasiva que puedan compartir? ¿Excusas frecuentes para no contestar?
Imagen CC:Ludovico Sinz