Ya antes hemos comentado cómo la eterna enamorada de Arnold nos robó el corazón. Claro, lo logró con los bellos y nobles sentimientos que esconde tras la coraza de chica ruda, insolente y contestataria. Pero - si aún dudan - aquí les presentamos cinco rápidas razones de por qué esta chica es lo más y nunca dejaremos de amarla:
1. Aunque intente ser un ángel, no controla su modo “bruja” ¡Y eso es algo que a todas nos pasa! (la que diga que no, está mintiendo). A veces, tenemos nuestras mejores intenciones de ser amables y dulces con el ser amado, pero basta una pequeña provocación de su parte y ¡zas! Tenemos una versión on fire de nosotras. (Y culposa, por demás)
2. Es extremadamente inteligente, además de hábil para esconderse y escabullirse al interior de la casa de su obsesión romántica, cada vez que la situación lo amerita.
3. Es el ángel guardián de Arnold. Siempre está cuando él necesita, aunque a simple vista parezca su peor pesadilla.
4. Tras su caparazón, esconde a una chica dulce y romántica, algo insegura producto de que se ha visto opacada por su “perfecta” hermana Olga.
5. Es auténtica. Olga podrá ser la más bella y amada de las hermanas Pataki, pero Helga tiene algo mucho más valioso: es natural, espontánea y ella misma. Sin azúcar.
En definitiva, amamos a Helga porque es tremendamente real: cercana a nuestras vivencias y lo que sentimos, aún cuando no sea políticamente correcto ni se corresponda con los cánones de gracia y belleza pre-establecidos. Y pese a lo anterior, es encantadora. Así, tal cual.
Y tú, ¿también amas a Helga Pataki?
Imagen CC Carollainy