A más de alguna nos ha pasado que - aunque tengamos una relación estable – aparece algún chiquillo que nos confunde, en definitiva nos mueve el piso y quizás cuantas otras cosas más. Hace algunos años tuve una experiencia entre dos amores, donde puse en jaque mi relación debatiéndome entre la estabilidad y lo prohibido.
Llevaba dos años en una relación que comenzó en el colegio - entre la gira de estudio, los paseos a la playa y alguna que otra cimarra – y sentía que era él mi gran amor. Los dos queríamos irnos a estudiar a Santiago así es que el último año nos pusimos las pilas heavy con la PSU y lo logramos. Cuento corto, los problemas empezaron el primer año de Universidad, a causa de la falta de tiempo, el estrés y nuevas prioridades (estudio y trabajo)
Ambos conocimos a nuevas personas y nos hicimos un grupo de amigos propio. Además, los horarios no coincidían y nos veíamos cada vez menos. La relación iba directo al abismo y la falta de comunicación era evidente, pero ninguno hizo mucho para arreglar la situación. Y, ¿para que vamos a andar con cosas? yo igual estaba feliz con ¡tanto carrete mechón y mino rico!; no tenía tiempo para lamentaciones.
Un día después de clases, en un típico carrete universitario con Manuel García y Chinoy de fondo, conocí a un personaje que me hizo dudar inmediatamente de la monogamia. Y es que este hombre realmente ¡me volvió loca! Con sus profundos ojos verdes y un aire a trovador justiciero me encandiló durante varias semanas. Y ¡ojo! Que yo amaba a mi pololo, pero este cabro me hizo perder los estribos.
Cada vez que hablaba con el susodicho me gustaba más; teníamos harta química, pero no pasó nada porque respeté hasta el final mi relación. Igual esta atracción me sirvió para darme cuenta de que si me fijé en otra persona es porque las cosas con mi pareja no estaban funcionando. Semanas después tomamos la decisión de poner punto final a la historia y yo me di un tiempo de luto.
En lo personal, a pesar de que me gustaba harto el chiquillo de mi Universidad, aún existía un fuerte sentimiento y respeto por mi ex. Y tú ¿has amado a dos hombres a la vez? ¿Sucumbiste a la tentación?
Imagen CC Pabak Sarkar