La verdad es que siempre pensé en estudiar periodismo. Tenía planeado inscribirme en la Católica, en esos cursos de dos años que dictan para egresados. Claro que lo veía como una idea lejana, algo que haría sólo por darme un gusto. Como cuando aprendes un idioma (al menos en mi caso).
Inicialmente, opté por Ingeniería civil bioquímica (tremendo nombre, lo sé). La carrera me gustaba harto, y sentía que complementaba mi lado matemático. Pasó un año y vinieron los paros, las tomas y ahí estaba, me sentía en el limbo. Estaba batallando con cálculo, pero con la falta de clases tenía la sensación de que no estaba yendo hacia ningún lado.
A finales del primer semestre de segundo año, viaje a mi casa, en el sur. Recuerdo estar viendo las noticias a la hora de almuerzo y ver una nota en TVN. Había un periodista reporteando los juegos extremos en Los Ángeles, EE.UU. En el momento en que lo vi, me dí cuenta de que eso era lo que quería hacer por el resto de mi vida. Tuve una epifanía. Le dije a mis papás ese mismo día.
Ahora voy en tercero y siento que tomé la decisión correcta. No me arrepiento de nada, ni de haber estudiado otra carrera, ni del tiempo que pasé en ella. La experiencia me sirvió bastante y conocí gente increíble. Amigas que sé que van a estar conmigo en todas.
Lo principal es darte cuenta de que estás luchando por algo que te acompañará por el resto de tus días. Es tu futuro, y es difícil darse cuenta de que cometiste un error, pero la verdad es que no vale la pena terminar algo que te va a hacer miserable. Porque eres tú la que tendrá que vivir con ello. No tus papás, ni tus amigos o tu pololo: TÚ. Y es mejor vivir con decisiones que te hacen feliz, aún si son complicadas.
La decisión es difícil y decírselo a tus padres lo es aún más. Yo tuve la suerte de que los míos me apoyaron. Y si bien me di una vuelta larga para llegar, creo que al final valió la pena. Después de todo, son las cosas difíciles las que ponen todo en perspectiva.
Así es que no teman; no es algo terrible. Al menos no más que el susto inicial de darse cuenta que están tomando el camino largo, pero no importa: hagan aquello que las haga felices, porque es para siempre.
Imagen CC BK