Vas saliendo a juntarte con una amiga y andas un poco nerviosa por miles de asuntos que dan vueltas en tu cabecita loca. Subes al metro y ¡ups! Te tientas de la risa, pero lo peor es que ¡de la nada misma, sólo te da risa, no hayas como taparte la cara y no puedes parar!
La gente te empieza a mirar con cara de que "¡la niñita está loca, pobrecita!" O simplemente, a algunos les emputece verte reír mientras ellos van todos estresados y con caras largas.
Entonces necesitas con urgencia hacer algo para ¡pasar piola! en esta situación. Sacas tu celular y empiezas a ver todos los mensajes que te han llegado, porque más encima no tienes Internet y ni siquiera puedes ponerte a chatear con un amigo. Pero se te acaban los mensajes, ¿qué hacer, si la risa no para? El infaltable MP3. Escuchas tu música favorita, pero te sigues riendo y tampoco puedes hacer como que vas escuchando un programa en el metro, si la señal difícilmente lo permite.
Te desesperas porque las personas te siguen mirando y ya ha sido mucho el show. Y entonces piensas, "¿qué tanta cuestión?, jaja. Si total ellos van amargados y si yo me quiero reír es problema mío". Entonces ahí recién te calmas. ¡Sí!, ¿por qué guardarse lo que uno siente, aunque sea por nervios?
Y menos mal, se sube un grupo de estudiantes que va mas atacado de la risa que tú, tirando talla tras talla ¡Qué alivio más grande!, porque los miras y en ellos encuentras la solución: te ríes de todas las estupideces que hablan y comienzas a pasar más inadvertida.
Total, dicen que la risa se contagia fácil y ¡no es malo un poco de alegría a cualquier hora del día, sin importar el lugar!
Pero queridas mías, es terrible que pase esto, en especial si vas completamente sola. Al menos yo he pasado ya varias planchas por lo mismo; incluso recuerdo que en el colegio y en la U los profes me echaban de sus clases por mis característicos ataques de risa ¡Qué locura! Pero termina siendo divertido reír de ti misma.
Onda "¡trágame tierra!", pero al final ¿qué importa lo que otros piensen? Se podría decir que somos unas locas felices ¿O no?
Imagen CC shindz