Cuando estamos iniciando nuestra vida independiente (sea en pareja, solas o con amigas) debemos tomar varias decisiones importantes. Una de ellas es la elección del lugar donde vamos a vivir. Es obvio que si compartiremos techo con otra persona, el sitio y las opciones serán materia de discusión, mientras que si emprenderemos el rumbo por cuenta propia y en forma autónoma, el asunto nos provocará varios desvelos y meditaciones en compañía de nuestra almohada.
Además de la belleza arquitectónica que esperamos posea la propiedad que escogeremos - ajustada, claro, al presupuesto de que dispongamos - es menester clarificar si esperamos que sea casa o departamento. Ambas opciones tienen pros y contras, que en Fucsia te detallamos para ayudarte a definir las cosas.
¡Toma nota y reflexiona!.
Casa: Nos ofrece espacios más amplios, lo que la convierte en la perfecta opción si pretendemos vivir en pareja y formar familia. Brinda mayor comodidad y privacidad. Aquí podemos criar niños o tener mascotas sin problemas, ya que generalmente estos inmuebles cuentan con habitaciones para cada integrante de la familia, acorde con sus requerimientos.
Como “pero”, podemos referir que si bien están emplazadas en barrios tradicionales y tranquilos, normalmente están bastante retirados del “centro” o los lugares en que habitualmente nos desenvolvemos, lo que implica un mayor tiempo de viaje y preparación antes de iniciar la rutina de cada día. Además, por no contar con un sistema de seguridad de 24 horas - a excepción de los condominios - son más propensas a ser víctimas de robos y suelen ser bastante más costosas que los departamentos.
Departamento: Cuenta con un espacio más reducido y funcional, perfecto para jóvenes profesionales que aún no pretenden tener hijos. Es muy fácil mantener el orden y hacer aseo, por lo que está pensado para personas que no disponen de tiempo para estos menesteres. Son muy céntricos y están ubicados cerca de supermercados y servicios. Cuentan con transporte “a la puerta” y son bastante más económicos que las casas a la hora de arrendar o adquirir el propio Y en este último caso, si algún día te mudas, siempre es excelente opción conservarlo: podrás arrendarlo y generar ingresos extra.
Entre sus “contras” se cuenta el hecho de que los gastos comunes mensuales elevan el presupuesto inicial, por lo que conviene tener en consideración estos valores antes de tomar la decisión final. Además, si posees - o pretendes adquirir - una mascota, también puedes verte en problemas, ya que algunas comunidades no autorizan la tenencia de estos regalones. Por último, el ítem de la seguridad también es importante, ya que este tipo de inmuebles nos brindan la falsa sensación de que está cubierta, en circunstancias que los residentes de estos condominios “rotan” con tanta celeridad que es imposible hasta para el mejor conserje memorizar los rostros de cada “vecino”. No está demás tomar providencias para reforzar este punto, ayudándonos - por ejemplo - con cadenas, pestillos y mallas en los accesos.
Y tú, ¿decidiste cuál de éstas opciones es la mejor para ti?
Imagen CC Sauce Babilonia