Cada vez que tenemos una nueva pareja, la vida sexual cambia. No a todos les gusta lo mismo. Tampoco llegamos y tenemos relaciones en la primera cita; al menos no en mi caso.
Las relaciones se basan en la confianza. La comunicación es la base de la química y qué mejor que llevarse bien en la cama, pero ¿cómo llegamos a eso? Está bien que en un principio lo hagamos con timidez, porque recién estamos descubriéndonos, lo que nos gusta y otras cosas. Son ocasiones propicias para conversar y fantasear. No digo que en pleno acto preguntes "¿oye, está bien así?", ya que le puedes cortar la inspiración. Mejor "después de...", intenta crear instancias donde el sexo sea el tema, para así señalar qué nos gusta y qué no.
Con mi última pareja nos dimos tiempo para hablar de todo y creo que con él tuve el sexo más placentero. Sabía muy bien qué hacer, cómo y qué cosas me gustaban. Porque es muy rico ver a tu pareja feliz y disfrutando, más aún si cumples sus fantasías y logras ese éxtasis mágico. Si no te atreves a preguntárselo directamente, te recomiendo escribírselo por e-mail o carta, como un juego de seducción. Puedes armar un esquema de “qué pasa si un día yo…”.
Lo mejor es conocerse en estas áreas, porque puede afectar mucho si él o tú transgreden los límites del acuerdo. El sexo deja de ser placentero e incluso puede morir el amor. Me pasó, tuve una pareja más atrevida y un tanto violenta, por lo que el sexo con él no me parecía grato. Es más, se transformo en una costumbre de complacerlo y al final lo último que quería era que me pusiera una mano encima. El temor fue tal que incluso afectó este aspecto con mi novio posterior, pero como mencione, logré sacar el miedo con una buena conversación.
Haz respetar tu cuerpo y disfrútalo. Las parejas están para compartir y conocerse, por eso, no cedas más de lo que tú quieres. Tú pones los limites y si no le gusta, no te preocupes. Ya habrá otro que lo aceptará y sí valdrá la pena.
Imagen CC GreggMP