Dicen que las mujeres somos ¡mega complicadas! y no hay cómo darnos en el gusto. Que ni aunque nos regalaran un unicornio azul estaríamos contentas. Ya, es verdad que somos un poquitín contradictorias, que nos cuesta dar vuelta la página ya que le damos mil vueltas a cualquier cosa. Y bueno, también somos exigentes, ja. Pero hay algunas cosas ¡básicas! que nos harán felices y al menos tratar de ser menos complejas.
Hombres, tomen nota y ¡ejecuten!
1.Que nos amen y acepten como somos: Con amor y paciencia todo se consigue. Cada persona tiene su nivel de “dificultad” (algunas más que otras), pero los “detalles o pifias” se pueden minimizar con una cuota generosa de dulzura. Ojo, ¡sin soslayar lo que nos ocurre! Los hombres tienden a “dejarnos ser” con la filosofía del “ya se le pasará” ¡Y no! Con eso sólo atizan el fuego. Nosotras necesitamos verbalizar todo, ¡sólo así se nos pasa! Y una buena conversación ¡hará maravillas!
2.Que nos respeten: La palabra “respeto” es maravillosa ¡en su más amplio sentido! Nos gusta que nos escuchen y consideren nuestros puntos de vista, aún cuando no sean concordantes con los del interlocutor. Que comprendan que tenemos “espacios” para compartir con amigos, dedicarnos al ‘fitness’, ver la teleserie o cualquier pasatiempo. Y por supuesto, ¡que nunca nos insulten ni se atrevan a ponernos una sola mano encima!
3. Que no nos excluyan: Sabemos que hay ciertas actividades que son propias de cada individuo (tales como el Club de Tobi o el Club de Lulú) y parte del punto 2 (respeto) es dejar el suficiente aire para desarrollarlas. ¡Lo cual es muy sano, por demás! Pero si en esos instantes entre amigos simplemente ¡la pareja no existe! o se le da al grupo un carácter de pseudo sociedad/secreta/impenetrable, haciendo una clara separación entre "el mundo al que nosotras pertenecemos” y el de los amigos (“universos paralelos” que ¡jamás! pueden mezclarse) ¡mal! Quien nada tiene que temer, nada tiene que ocultar. ¡Lo más bonito es cuando nos presentan con orgullo a su entorno y dejan claro qué lugar ocupamos en sus vidas!
4. Detalles: No se trata de que nos regalen un perfume de Dior o una cena en el restaurante más lujoso; sino que tengan ciertas deferencias con nosotras. Cortar una flor del césped, estar al pendiente de cómo estuvo nuestro día o enviar un correo de buenas noches son cosas que no sólo nos gustan, ¡nos fascinan! Dan cuenta de que somos importantes para ellos y nos tienen muy presentes en sus pensamientos. Y eso ¡es lo más!
5. Que contemos con ellos: Saber que estarán junto a nosotras en las buenas y en las malas (aún cuando nos regañen o refunfuñen) ¡no tiene precio! Somos auténticos compañeros de vida y nos apoyamos el uno en el otro. Percibe nuestros asuntos como propios y viceversa. ¡Lograr ese nivel de compenetración es increíble!
6. Tener similares objetivos: Esto siempre será un plus. Soñar juntos nos motiva y nos da energía para mover montañas.
7. Sinceridad: Crucial en las relaciones. Sobre esta base se construye la confianza y todo vínculo sólido. Es menester que exista en cualquier asunto, desde los más irrelevantes hasta los que son complejos y espinosos. La sinceridad lo es todo.
Y tú, ¿qué cosas añadirías? ¡Revisa también lo que ellos quieren aquí!
Imagen CC Ariadna Bruna