En general, todas tenemos cierto pilar fundamental en nuestras vidas, llamado 'amiga del alma': aquella que sabe ¡absolutamente todo de nosotras!. Su cantidad puede variar entre 1 a infinito, pero eso no importa mucho mientras la calidad de esta amiga sea un “rayo de luz” distinguible entre los mortales.
Bien es sabido que un buen rato de parloteo puede aliviar el estrés y permite la liberación de tensiones. Pero una verdadera relación de amistad es más que un goce momentáneo, ya que ella estará en “las buenas y las malas”, sobre todo en momentos de crisis, en los cuales se requiere un gran apoyo.
De esas relaciones, hay una en un millón, dicen.
¿Qué pasa cuando hay celos dentro de la amistad? ¿Es posible? Déjenme decirles que sí, estimadas lectoras: todo es factible en la vida y esto no es la excepción. De por sí, más allá de que seamos o no competitivas, lo cierto es que cuando vemos que nuestras pares poseen logros de distinta índole (profesional o personal), tendemos a “intimidarnos” con su realización y aquí es donde nacen los temidos celos. HO - RRI - BLE.
Una historia entre muchas que rondan por ahí
Les contaré acerca de dos chicas aparentemente cercanas y sinceras entre sí: Beatriz y Carlota. Las conocí en el colegio. Eran mis compañeras de curso y desde que tuve memoria siempre fueron “amigas”, lazo que duró por muchos años. Lo que nadie sabía era que una de ellas sentía envidia y celos paridos, disimulados demasiado bien. No obstante, con el pasar del tiempo estos celos se liberaron hasta establecer una relación insostenible.
Por un lado, Beatriz era una chiquilla media idiota para su cosas y algo reservada; por el otro, Carlota era una persona dispersa, que tenía facilidad con las artes y la creación. Tal vez Beatriz era muy negativa o pesimista, pero el caso es que cada vez que Carlota le comentaba algo trivial, o le mostraba sus pinturas, ella saltaba con una crítica densa y pesada. Carlota pensaba que tal vez lo hacía por ayudarla, y que la sinceridad de su amiga no se discutía. Pero, ¿cuáles eran las claras señales con que ésta evidenciaba su envidia? Revisemos con ejemplos:
1) Te mira en menos
Una verdadera amiga nunca te bombardearía con críticas destructivas. Ella siempre te diría la verdad acerca de determinado tema de manera transparente, pero no te "tiraría para abajo" o te haría sentir mal.
Carlota consiguió una beca para estudiar en una prestigiosa escuela de arte. Existe en ella cierto temor por la reacción de su amiga al contarle esta noticia ¿por qué?.
2) Los logros de la otra
Las amigas poseen un lazo confidencial, donde se cuentan la mayoría de las cosas que les acontecen. Ella celebrará tus triunfos y se sentirá feliz por ti. No deberías temer por su reacción, ya sea que ella se sienta mal, se ponga triste o se enoje contigo.
Cada vez que Carlota abría la boca en cualquier charla grupal, Beatriz objetaba cada palabra.
3) Pesadeces en voz alta
Tiene la lengua al filo de la crítica. Si cada vez que emites una opinión, por muy errada que sea o por muy en desacuerdo que esté tu amiga, no debería criticarte agresivamente. Debería escucharte con claridad y contra-argumentar de forma clara y limpia.
Beatriz intentaba siempre dejar mal a su amiga.
4) Te intenta dejar "mal parada"
Puede chantajearte con decir tal o cual cosa y te diga "es broma, galla". Tú percibes (intranquilamente) la doble intención; que no te avise que te quedó un resto del chocolate que comías (mientras sonreías y saludabas a todo el mundo); que no te avise que se te quedó el cierre del pantalón abierto (¡que plaancha!), que sepa información de fulanito que te gusta y tú tengas que descubrir después de un ridículo gigante que tiene polola. Ese tipo de cosas que pueden ponerte realmente "en jaque" no debería hacerlas una verdadera amiga.
Pero bueno, ¿qué pasó con Carlota y Beatriz?
Fue tanta la "mala onda" que Carlota se puso en posición Mortal Combat y se agarraron a puñetes (¡broma!) decidió cortar por lo sano. Entonces, diplomáticamente, le planteó la situación que volvió insufrible la convivencia y la pseudo amistad. Decidió alejarse un buen tiempo de Beatriz, por lo bajoneada que se sentía cada vez que hablaba con ella y por el "cero aporte" que le daba a su vida.
A pesar de que Beatriz hizo un "mea culpa" por su actitud, actualmente no existe una amistad entre ellas, pero se saludan (por cortesía) de vez en cuando. Carlota no lo piensa dos veces: "No volvería a tener una amistad tan tóxica como la pasada, el bienestar mental es fundamental. Además, ¿Mala amiga?, ¿para qué la necesitas?".
Imagen CC Antonio Bravo