“Chipe libre”: dícese del período en que la pareja se encuentra separada de hecho, con permiso de involucrarse sentimentalmente con otras personas por un tiempo determinado. Todo sin llamarse, evitando los ataques de celos y sin buscarse mutuamente. Pasada la fecha, se juntan nuevamente y ven que “qué pasa” o, en otras palabras, comprueban si los sentimientos siguen siendo los mismos.
Ahora que está tan en boga el darse un "chipe libre” o “tomarse un tiempo”, es hora de que pensemos qué significado se esconde detrás de este pequeño, pero engañoso pedazo de libertad. Debo ser sincera: nunca he confiado en los “tiempos”... ¡menos me fiaría en darle un “chipe libre” a mi pareja para solucionar nuestros problemas!. Los "amigos con ventaja" que salen en el camino, pueden llevarnos al quiebre definitivo.
Se pasa bien, no lo niego, pero ¿a qué costo? No son observaciones de una persona conservadora, es una cuestión de respeto. Si las cosas andan mal, se hicieron frecuentes las peleas, todo se volvió rutina y detestas estar cerca suyo, debes terminar. No hay punto intermedio - aunque lo digan -, porque si todo va mal, con un “chipe libre” puede terminar peor.
Olvidarse de la existencia de la pareja es complicado, más si existen amigos en común. Cuando una se enoja, los amigos sienten la incomodidad de estar divididos entre dos personas y evitan escoger. Prefieren mantenerse al margen del ambiente tenso. La “llama del amor” no revivirá con un tiempo de libertad sin límites, al contrario: se podrían apagar por completo las pocas cenizas que aún quedaban encendidas. La probabilidad de que el "príncipe" vuelva arrepentido y declarando su amor, a medida que pasa el tiempo, disminuye en forma considerable.
Sinceramente, es sólo una excusa para no terminar. Le tenemos miedo a estar solas, a dejar atrás todos los momentos vividos y planes futuros. Sin embargo, seamos honestas: ¿se les haría difícil besar los labios de su pareja, pensando que otra lo hizo? o ¿lo entenderían si sintiera rechazo hacia ustedes por lo mismo? Los “chipes libres” duelen. Sea como sea, alguien sufre.
Cuando empiezan los “chipe libre”, siempre llegan los ex. Parecen tener un sexto sentido para engatusarte estando "semi" soltera. Ahí está lo peligroso. La mayoría de las veces uno mira para atrás y siempre lo hace hacia el lado. ¿Qué garantiza que vuelvas con tu pareja después del “chipe libre”? Puedes encontrar algo mejor o volver a lo ya probado. Incluso las mentes más abiertas tienen sus temores, ya que la confianza no será la misma.
Por eso, si piensas tomarte un “chipe libre” piénsalo dos o tres veces y que sea siempre la última opción. No quieres sufrir, ni ver a nadie haciéndolo. Si de verdad respetas y amas a tu pareja, intenta solucionar los problemas conversando, llegando a acuerdos. Si eso no resulta, creo que lo mejor es que cada uno siga su camino.
Y ustedes, ¿tienen alguna experiencia con un “chipe libre”? ¿Han vuelto con sus parejas finalmente? ¡Quedo atenta a sus respuestas y tomaré apuntes!