Hace 6 años que tengo el placer de vivir sola. Dos de ellos tuve una compañía muy linda, pero esa ya es historia pasada - y hace rato que está superada -; por lo que las etapas “antes de…” y “después de…” las he sabido disfrutar al 100 por ciento.
Sin embargo, me llama la atención esa necesidad imperativa que tienen algunas mujeres (¡no todas!) de tener al lado a alguien, ya que no saben - o no se sienten cómodas - estando solas. Frases como “echo de menos que alguien me haga cariño en el pelo”, “me gustaría tener alguien para regalonear” o “quiero tener quien me acompañe a todos lados”, son cosas que definitivamente me descoloca escuchar. Porque, ¿acaso no pueden ir solas a pagar cuentas o al supermercado?! What?! No lo entiendo.
Por otro lado, detesto esas personas que te dicen “ya es hora de que tengas un pololo". Nuevamente quedo ¡plop! (y debo reconocer que cuando me lo dicen, ¡me molesta en mala!) Pienso que definitivamente son ellas las que tienen el problema, porque creen que la única forma de ser felices es con alguien a su lado.
Por mi parte, puedo decir que me siento muy bien tanto sola como acompañada, ya que ambos estados te brindan posibilidades distintas de hacer múltiples actividades.
La soledad se ha vuelto algo agradable para mi, pues me da tiempo para seguir mis rutinas de belleza tranquila, ir de compras por horas (sin apuros), explotar mi lado más creativo, leer o simplemente, tener el espacio para hacer nada todo el día.
Chicas, piénsenlo: “la mejor manera de ser feliz con alguien es aprender a ser feliz solas. Así la compañía es cuestión de elección y no de necesidad”.
¿Están de acuerdo?
Imagen CC César Alonso Ferrera