Estás en un buen trabajo rodeado de un ambiente ultra genial, donde puedes realizar tus labores tranquilamente y al mismo tiempo compartir y reírte con tus compañeros. Pero ¡ups!, llega un momento en que te dicen que era sólo un proyecto y se cierra, por lo que todos deben buscar un nuevo empleo. Sientes que se te desmorona el mundo y tu cabeza empieza a dar mil vueltas, como un torbellino.
"¡Y ahora qué hago!" Es la típica pregunta que nos formulamos cuando volvemos al duro mundo de la cesantía, donde el tiempo se te hace verdaderamente eterno. Duermes, comes, pero no sabes qué hacer: si seguir pensando en cómo conquistar el mundo (a lo Pinky y Cerebro), acostada viendo tele todo el día o te pones las pilas para - de una vez por todas - estabilizarte nuevamente y formar parte del mundo laboral.
Más encima, llegas a aburrirte como una verdadera ostra: no puedes hablar con tus amigos (porque ellos sí están trabajando) y debes esperar hasta las 7 pm para juntarte con alguno. ¡Y si es qué!, ya que muchos tienen cosas qué hacer: sus familias, parejas, etc...
Lo importante acá es tener claro cómo debemos buscar un trabajo, ya que muchas veces pensamos que nos llegará del cielo o que alguien vendrá a nuestra puerta a ofrecernos pega, pero ¡no poh! Si tampoco somos diosas, ni famosos (al menos algunas, jaja), entonces debemos colocar todo de nuestra parte para realizarnos como profesionales, encontrando la oportunidad que tanto anhelamos. Y he aquí unos tips para lograrlo:
1. ¡Chao a la desesperación! Lo ideal es hacer meditación, salir a andar en bici, rodearse de naturaleza y respirar antes de entrar en esto, ya que se nota mucho en una entrevista cuando estamos "desesperadas" y esto puede incidir en nuestro potencial empleador, negociando éste términos desfavorables.
2. No se queden con una sola alternativa, ya que generalmente nos confiamos en que enviando CV's por Internet aparecerá algo, pero no siempre es así. Si es necesario revisar todos los diarios, o andar puerta a puerta, hagamos el sacrificio. ¡A imprimir currículums se ha dicho!
3. No tener miedo a pedir ayuda a todos: familia, amigos y hasta conocidos. Una nunca sabe si encontrará algún 'pitutito' por ahí. Como dicen ¡con preguntar no se pierde nada. ¡Al contrario, podríamos ganar mucho!
4. Dos virtudes fundamentales: paciencia y perseverancia, claves en la búsqueda de un empleo. Algunos se rinden al ver que van a entrevistas y no sucede nada, pero hay muchas más alternativas y nuevas oportunidades.
5. Optimismo y simpatía: irradiar esto en una entrevista para que nos vean con ganas, no cómo alguien que va a buscar pega por que está obligado a hacerlo o sólo por que necesita el dinero. Va más allá de eso: demostrar que somos personas entusiastas.
Las famosas redes sociales sirven ¡y mucho! Si ustedes se peinan con ellas, mejor aún. Una buena idea es colocar un aviso en Facebook o Twitter. En una de esas, "el amigo del amigo" lo puede ver y ¡chan un golpe de suerte!
A moverse se ha dicho, eso es lo más importante, ya que no todo cae del cielo. Y amigas, así como ponemos todo nuestro esfuerzo en conquistar a un chico, podemos hacerlo también para encontrar un buen trabajo.
Nada es imposible, ¡sólo es cosa de proponérselo!.
Imagen CC Jeremy Wilburn