Dicen que reconocer nuestros defectos es la mitad del camino que debemos recorrer para mejorar. Si es así, tengo que confesar públicamente lo posesiva en extremo que soy.
Sé que no es un defecto muy bonito, pero que también viene en el pack de características de los Leo y que me hace parecer una verdadera niña chica.
Vamos por parte. Tengo que aclarar que no se trata de ser egoísta, al contrario; a mi auto se sube todo el mundo o quien quiera lo maneja, lo mismo pasa con mi ropa, cosméticos y mi colección ridículamente enorme de esmaltes de uñas. Pero cuando se trata de compartir el amor, la compañía o atención de alguien importante para mí, afilo uñas y dientes para defender lo mío, o si decido no hacer nada sufro montones en silencio. Me pasa con mis papás – de quienes me declaro tremendamente regalona para toda la vida – con mi hermana y con algunos pololos que he tenido. Siento que debo competir por su cariño, porque alguien más podría robármelo y quedárselo para siempre.
Como me encanta investigar, puedo contarles que la posesividad es evidencia de una personalidad súper insegura. Sí, también es parte de un carácter intenso y apasionado - a veces demasiado- pero básicamente, soy del tipo de personas que sienten que no valen lo suficiente y que necesitan estar constantemente validando el cariño de otros. Para lograr superarlo no existe nada mejor que fortalecer la autoestima aprendiendo que cada quien es único e irrepetible y que, en ese sentido, quienes nos aman nunca se alejarán de nosotras, por muy libres que se encuentren. Suena bonito, pero es una tarea titánica. Aunque dicen que con trabajo se logra todo. Lo importante es que si eres una chica posesiva o conoces a alguien que lo sea, puedas tenderle una mano demostrándole con hechos lo mucho que la quieres y que esto es verdad. Si bien es algo complicado - porque los inseguros somos personas agotadoras -, con mucho amor y con harta sinceridad se logran grandes cambios. Al menos eso creo yo y estoy completamente dispuesta a lograrlo. ¡Les contaré cómo me va!
Imagen CC: Piotr Pawlowski