Siempre me ha encantado la producción de los videos musicales. En el primer año de mi carrera -estudio periodismo- nos tocó elegir una canción y hacerle un clip. Ahí me enteré que los videos no siempre relatan la historia de la canción que representan, pero aún así me gusta mucho cuando estas canciones acompañan la historia de una película o algún momento en particular.
Llegó el momento en que empecé a cachar que en mi playlist- donde tengo mis canciones favoritas de todos los tiempos- está toda mi vida. Pero hay temas nuevos con los que no he logrado ligar un momento. Así es que empecé a crear mi propia película mental y hacer como que hay cosas que están pasando. O bien, tomar mi propia realidad, exagerarla un poco y crear mi propio video clip mental.
Quiero dejar claro que no es que salga con una cámara a filmar cosas, no. Ni tampoco me levanto haciendo un video clip de mi vida. Sólo hago esto cuando estoy muy aburrida o en viajes largos.
De la U a mi casa, son alrededor de 70 minutos los que viajo. Es el momento perfecto de hacer mi propia cinta. Pongo play en aleatorio y la primera canción que sale la empiezo a relatar mentalmente (como en las películas). Utilizo los paisajes e incluso a la gente que se sube en la micro para relatar mi historia, ficticia pero con toques de realidad.
Ahora que me leo, suena más loco de lo que pensé e incluso me está avergonzando un poco, jaja. Pero es entretenido cuando te das cuenta de que el viaje pasó rapidísimo y puedo mejorar cosas de mi película.
¿Estaré muy loca?
Imagen CC: myheimu