por Jo
Hace algunos días estaba viendo una película, muy linda, llena de romanticismo. El chico intentaba de convencer a la chica de sus sueños, que su amor era sincero y ocupaba todos los trucos que se le ocurrían para conseguirlo. Todo eso me hizo pensar y preguntarme: ¿en dónde ha quedado el romanticismo hoy en día?
Ahora, en pleno S. XXI, en que nuestras vidas se encuentran sumergidas en una vorágine de velocidad y tecnología, pareciera que hasta el amor se ha convertido en un mero trámite.
Cuando era pequeña, recuerdo que las miradas y sonrisas iban y venían. Los que se daban cuenta, molestaban con alguna cancioncita o indirectas (que en realidad eran bastante directas) y los amigos confabulaban para hacer "gancho" a la pareja. Entonces, intercambiábamos cartas de amor, con poemas, promesas y declaraciones. Luego, nos preparábamos pequeñas sorpresas, "detallitos" para reiterar nuestros sentimientos: una pequeña flor en el puesto de la chica, o una esquela decorada con un "te quiero" en el escritorio o pupitre de él. Alguna canción dedicada, caminatas acompañando hasta el paradero para esperar la micro y sonrisas de nada.
Recuerdo que un beso en la mejilla era sublime y, si por casualidad las manos llegaban a rozarse mientras caminaban, era motivo para pasar la noche en vela.
También había algunos más apasionados que, en vez de copiar sonetos de amor, inventaban los propios, en donde la musa eras tú. Recuerdo todas las tardes que caminé después del liceo, las bromas, las risas y las miradas sonrojadas. Y entonces me pregunto, ¿qué pasó? ¿En qué momento nos dejamos conquistar sólo con unas cuantas palabras bonitas? ¿Dónde quedó el tiempo y el mérito?; ¿Qué ocurrió con el galán que aparecia con flores? Ese chico guapo, de cabello al viento, mirada intensa y de labia exuberante, que llegaba con chaqueta de cuero, montado en su motocicleta. El mismo al que había que estar alerta, pues podía darse que buscara sólo aventuras. Hace sólo unos días comprendí cuáles son los chicos que no valen la pena: aquellos que te escriben todos los días y a cada instante por whatsapp, publican frases lindas en Facebook, pero te hablan sólo cuando tú los saludas por el chat. Un chico que te quiere puede hacer eso, pero no se conformará con leerte a través de una pantalla. El que realmente te quiere, te extrañará tanto que siempre buscará una excusa para verte, aunque sea acompañarte a comprar pan; al que te ama, no le bastará un mensaje, querrá escuchar tu voz y te llamará por teléfono. El dejará todo lo que está haciendo con tal de estar junto a ti, aunque sea un minuto.
Los que realmente te quieren siempre tendrán un detalle y una excusa para demostrártelo...
Sin embargo, como dije antes, estamos en pleno S. XXI por lo que tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados y esperar cómodamente a que ellos hagan todo el trabajo. Si encontramos a un chico especial, nosotras también debemos darle pequeños detalles que le demuestren que va por el camino correcto, que lo que hace nos agrada y que sus muestras de afecto no nos son indiferentes.
El amor es de a dos, no podemos dejar que la era de la globalización enfríe nuestras relaciones; al contrario, la tecnología debe ayudarnos, pero el calor y la ternura tenemos que ponerla nosotros. Eso es lo que le falta a los romances de hoy, ese toque humano y cálido que se ha perdido entre los mensajes de la televisión, las propagandas y la creencia de algunos de que las nuevas formas de comunicarnos ya hacen el trabajo por sí solas.
Volvamos a los pequeños detalles, esos de todos los días. No olvidemos que frente a nosotras tenemos a otra persona, un ser humano y no una máquina.
Ustedes, ¿qué opinan?
Imagen CC Chrismatos
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