El aumento del valor del pasaje del Transantiago, el exceso de pasajeros en el metro en horario peak y la necesidad de hacer deporte -a pesar de ser una horrible mezcla-se transformaron hace un buen tiempo en la suma perfecta de elementos que te llevan a decir: en Santiago bicicleta ahora.
Somos más de siete millones de habitantes en Santiago y estamos rodeados de más de un millón y medio de automóviles (INE). Personalmente, y por muy cliché que pueda sonar, no quiero ser la conductora de un auto más en la ciudad. No porque esté en contra de estos vehículos, sino porque creo que andar en bicicleta - a pesar de no contar aún con medidas mínimas de seguridad en muchas zonas de la capital - es una opción viable como medio de transporte.
Como decía, no sólo es una buena manera de hacer ejercicio y disfrutar de la ciudad desde un ángulo distinto al peatón, el pasajero y el automovilista estresado, sino también ayuda de muy buena manera a ahorrar al menos mil quinientos pesos diarios en locomoción, haciendo uso del mismo tiempo de movilización que en otros medios e incluso algunas veces ahorrando unos minutos de transporte.
Esta solución a los problemas de movilización citadina han llevado a un notable aumento de ciclistas en la capital. Además de verlos en las principales arterias de Santiago y en las ciclovías del centro, cada vez son mayores las convocatorias a pedalear, que realizan movimientos y grupos de ciclistas de diversas comunas de la RM y de Chile.
Entre estos, más y menos conocidos, se encuentran “Furiosos ciclistas”, “Chile Prociclista”, “Arriba ‘e la chancha”, “Quilicura en Bici”, “Indepecleta” y “Ciclismo Recocleta”, quienes logran agrupar por ejemplo a más de cinco mil asistentes en la cicletada del primer martes de cada mes (dato Mov. Furiosos ciclistas). Tras reunirse a las 19:00 horas en metro Baquedano, aprovechan para vender accesorios de bicicleta y emprenden el circuito por las comunas de Recoleta, Independencia y Santiago centro.
Cuidados a considerar
Sin duda andar en bicicleta en lo personal es la mejor opción para transportarse, sin embargo considerando la falta de ciclovías y cultura ciclista de Chile, es necesario tomar precauciones para evitar accidentes y malos ratos.
1. Usar casco;
2. No andar por la vereda (y si fuera necesario dejar de andar en la calle, caminar por la vereda con la bicicleta a un lado);
3. Mantener distancia de al menos unos 20 cm. de la berma, ya que se acumula mucha basura y a veces el asfalto tiene quiebres peligrosos para las ruedas de las bicicletas.
4. Estar atentos a las salidas de los automóviles en calles perpendiculares y a la apertura de puertas de taxis y autos particulares;
5. Respetar las señales del tránsito.
Es necesario ser respetuosos y cuidar el espacio de movilización para seguir ampliando los espacios de los pedaleros. No hay que olvidar que por poco agresivo y cero contaminante que sea la bicicleta, seguimos andando sobre un vehículo más de transporte en esta caótica ciudad.
Almirante Blanco Encalada (entre Club Hípico y San Alfonso); Rosas (entre avenida Brasil y Diagonal Cervantes); Bustamante (entre Santa Isabel y Baquedano); Santa Isabel (entre San Ignacio y Vicuña Mackenna); Tarapacá y Curicó (entre Vicuña Mackenna y San Ignacio); Carmen (entre General Jofré e Isabel Riquelme); Antonio Varas (entre avenida Irarrázaval, y avenida Providencia) y Alameda - Avenida Pajaritos (entre Autopista Vespucio Norte Express y estación de metro La Moneda).