No me gustan los empujones ni los tironeos del brazo. No soporto los movimientos bruscos, menos que me pasen a llevar, pero si algo no tolero y me saca de todas mis casillas es que me tiren el pelo.
¡Me carga! Lo encuentro desagradable, de mal gusto, terrible, doloroso e incomodo. Aunque sea por chiste que alguien te lo tire a mí no me puede gustar. Da lo mismo quién sea y en qué situación.
Siempre he tenido el pelo largo, ondulado, enredable, por lo que se me engancha a veces en lugares de esos que no sabes como zafarte. Entonces, debes tironear y pierdes dos o tres cabellos. Caso aparte es cuando duermes con alguien y te das vuelta. ¡Puede que te lo tiren!
Tampoco soy de las personas que lo cuidan y le dedican tiempo (con suerte lo peino y lo lavo), pero aún así no puedo tolerar esa sensación donde tu cabeza se menea porque alguien impulso su mano sobre ti para jalarte el cabello. A veces sólo por eso deseo tener el pelo corto.
Hasta mis perros en ocasiones suben a la cama y me lo pisan. Termino enojándome con ellos pese a que no saben lo que hacen. Sé que de verdad no vale la pena pasar un mal rato por algo de ese tipo, pero es algo que me lleva a ponerme mal genio.
No me tires el pelo: hazme cariño para dormir, pero por favor no dejes que se enrede en ti y que mi cabeza se mueva porque lo tiraste, ya que Hulk quedará chico al lado mío.
Imagen CC[alesssurprise]