"¡Amiga, vamos a tomar un café y luego al cine!" Y ¡ojo!, más encima un día viernes, a lo cual tu partner te responde "¡No puedo, tengo que quedarme en el trabajo hasta tarde!"
O está agendada esa reunión familiar donde se encontrarán todos los primos e incluso algunos que vienen de otra ciudad, pero tu jefe te pide hacer horas extras y ¿qué haces, a pesar de tener todas las ganas de ir? Te quedas por el compromiso laboral y miedo a que te echen.
Terrible lo encuentro, que algunas personas poco menos le teman al trabajo o a sus jefes. Porque en el fondo lo primordial es establecer reglas cuando te hacen un contrato, fijando horarios.
Es muy injusto que por pega dejes de hacer las cosas que te gustan. No somos robots. Encuentro lógico que si estás en un trabajo de lunes a viernes pongas todo tu empeño y más aún si es algo que te gusta, pero ya trabajar un viernes hasta tarde o un fin de semana es ¡una verdadera locura!
Imagínense las personas que tienen familia: lo que le demandan sus hijos, hermanos, pareja, etc. Lo frustrante que debe llegar a ser para ellos ver que su mamá, hija o hermana esté pegada al computador, sin que pueda respirar o responder un mensaje. En definitiva, no contar con apenas 5 minutos para conversar con una amiga, ver tele con sus padres o jugar con sus hijos. ¡Y ni pensar en ir a un carrete o salir con la pareja!, porque están ultras fanatizados por su trabajo. Yo me pregunto: ¿no han pensando en todo lo que se pierden de esta vida?
Porque claro, hay algo que se llama responsabilidad, pero otra cosa muy distinta es ser fanático del trabajo. Y de hecho, ni siquiera disfrutar los momentos con otras personas, porque lo único que hacen es pensar en que les quedó pendiente tal pega, que hay que llegar luego a la casa para terminar o pasan pegados al celular. Lo peor es que no en Facebook, ni viendo algo divertido ni tirando la talla con sus partners, sino respondiendo correos del trabajo ¡Valor, por favor!
¡Pero cómo! Chicas, si alguna de ustedes calza en este perfil, por favor ¡un cambio urgente!. Muchas veces no es necesario estar tan pendientes de la pega, hagamos lo justo y necesario.Se los digo porque también me ha pasado que salgo y pienso en alguna nota pendiente, pero ¡aprendamos a disfrutar! ¿Cómo no vamos a tener tiempo para conversar por chat? Es cómo mucho ya.
Incluso a veces ni siquiera son órdenes del jefe: somos nosotras mismas las que nos auto-presionamos para terminar pendientes fuera de horario. Eso no puede ser, ya que de un momento a otro, sin darnos cuenta, nos hacemos ¡adictas al trabajo!
¡Relájense un poco, organícense mejor! Y no se olviden de que hay gente a su lado que también espera un buen rato con ustedes. Recuerden que no todo en esta vida es trabajo.
Imagen CC PhotKing