Las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales se han ido masificando con fuerza, a medida que va pasando el tiempo. A pesar de que son muy útiles para nuestra vida diaria, muchas parejas suelen tener problemas por el famoso “Stalkeo”. Si no sabes de qué se trata, en Fucsia te lo contamos. ¡Apuesto a que también lo haces!.
“Stalkear” viene del inglés To Stalk, que significa acosar, perseguir o espiar por internet. Esto ocurre a menudo por la curiosidad que provocan ciertas actitudes de nuestra pareja en las redes sociales. Sobre todo, en Facebook. Una amiga que le escribe mucho, un mensaje extraño en su muro, etc. Muchas pueden ser las causas para que nosotras nos vistamos de PDI y comencemos nuestra investigación privada.
Reconozco que en el pasado, cuando recién llegó Facebook a nuestras vidas, caí en esta tendencia. Aunque mi exhaustiva investigación terminó bien, ya que sólo me estaba pasando rollos, me di cuenta de que lo estaba haciendo con frecuencia. En el fondo, fue una tontera. Tal vez, me faltaba confianza para no dudar de mi pareja. Lo importante es que me di cuenta a tiempo.
Como decíamos en el principio, muchas relaciones tienen conflictos por el causa del “Stalkeo”. Porque de alguna u otra forma, es una invasión a la privacidad. No hay nada peor que revelar tu contraseña de Face. No porque estés ocultando algo, sino que las personas comienzan a “psicopatearse”. En resumen, se pasan rollos e incurren en esta práctica varias veces al día. Al final, le hacen daño al amor porque terminan desconfiando deliberadamente, aunque no hayan motivos poderosos. Esto es casi como revisar su celular de vez en cuando. Puede transformarse en una seria adicción.
Imagen CC Real_orion
Sí, es verdad, creo que todas hemos caído en esta práctica más de alguna vez. Es la curiosidad y esa capacidad femenina de descubrir cosas ocultas que nos impulsan a investigar más de la cuenta. El mejor consejo es la confianza. No sacamos nada con revisar su Facebook o Twitter a diario para asegurarnos de que todo marche bien. El que quiere ser infiel, lo hará sí o sí e Internet no necesariamente impedirá que eso ocurra.
No hay que poner las manos al fuego por nadie, pero sí debemos vivir tranquilas y afianzar la relación para que la desconfianza no tenga un lugar en ella. Aprende a disfrutar de lo que has construido, sin caer en estas prácticas que se pueden transformar en un peligro, ya que puedes ver cosas donde no las hay.
Y tú, ¿te consideras una stalker?
Imagen CC Felipe Lange Borges