Mi noche de locura

Cuando éramos más jóvenes -como en la época de la Universidad- solíamos hacer locuras, salir todos los fines de semana a carretear con las amigas, subirnos a bailar en una tarima, echar la talla con un par de copas o irnos con un rockero de pelo largo a un cerro en moto, jaja.

Ya más grandes estamos más centradas y conservando algo de compostura, pero en algunas ocasiones nos pueden suceder cosas un tanto 'locas' que nos rompen todo esquema. ¿Y saben?, resulta ser muy divertido al final.

Hoy recordé una aventura que me sucedió hace un par de años, la cual me llevó a esos años nuevamente. De hecho, luego me preguntaba si quizás me había encontrado una máquina del tiempo y vuelto a ser la de antes...¡demasiada imaginación!.

Y es que en una salida conocí a un niño, nos dimos los números de teléfonos y pasamos un buen período sin hablarnos, hasta que un día ¡oh, me estaba llamando!

Como dicen, en el momento menos pensado pasan las cosas. Nos juntamos y fuimos a un pub. Era la tercera vez que nos veíamos, pero me sentí tan bien a su lado, que todo fluyó. Además que no era cualquier loco desatado, punto importante. Se trataba de un chico muy guapo, casi con cara de muñeco y ojos claros, profesional, muy maduro. Con sus proyectos claros y muy protector en todo sentido.

Entonces, ¿cómo no iba a sentirme en confianza con él? Por lo general me gustan los hombres bien seguros de sí mismos y no los cabros chicos, jaja.

Nos fuimos a un parque de noche. Ya se imaginan: todo oscuro y muy pocas personas. Simplemente me dejé llevar y di rienda suelta a mis emociones. Las caricias y besos se dieron de forma muy natural y terminamos juntos.

Fue una verdadera locura, pero de esas que extrañaba de otros tiempos. De vez en cuando viene bien escaparse, hacer esas cosas, pero siempre y cuando nos cuidemos, estando con alguien que nos brinde seguridad y se preocupe.

Y así no más, un viejo y buen recuerdo de una noche muy divertida, con una excelente conversación y ¡muy pasional!.

Y ustedes ¿tienen algo loco que contar?

Imagen CC Ariadna Bruna