En su quinto aniversario de boda, Nick Dunne (Ben Affleck) informa que su esposa, Amy (Rosamund Pike), ha desaparecido. Bajo la presión de la policía y un creciente frenesí de los medios, el retrato de una unión feliz empieza a desmoronarse. Pronto sus mentiras, engaños y comportamiento extraño, hace que todo el mundo se pregunte: ¿Acaso Nick Dunne mato a su esposa?
Estrenada en nuestro país en el mes de octubre, Perdida, la película, ya ha creado distintas opiniones entre los espectadores. Dirigida por David Fincher y basada en el best-seller mundial de Gillian Flynn, es toda una experiencia en cuanto a lo que creemos un matrimonio modelo.
La historia se cuenta en presente y hace pequeños retrocesos que te permiten descubrir qué es en verdad lo que está ocurriendo. El misterio y el asombro no se apartan de la pantalla y cuando crees descubrir la verdad, el desenlace te deja perplejo. Y no porque sea asombroso, sino por la desfachatez de lo presentado. Bien podrías describirla como drama, suspenso y - para algunas más traumadas - terror.
En ocasiones los 150 minutos de duración se hacen demasiado. Las cosas importantes pasan sin aviso y si te descuidas es muy posible que te pierdas de algo en un pestañeo.
En mi opinión: una película medianamente buena. Con una historia inquietante. Vale la pena verla, porque es diferente. Te planteas cosas y en momentos hasta podrías comparar tus vivencias y pensar que no está tan lejos de la realidad. A veces, pequeñas cosas pueden dar grandes señales equivocadas bajo situaciones complejas.
Estoy segura que al verla hablaras de ella ¿bien o mal? Dependerá de ti.
Imagen CC: @Cinefila_91