por Honey
Si hay algo que me encanta de la vida son los amigos, porque ¡pucha que hacen las cosas más felices y fáciles! ¿Qué mejor que tener un cómplice con quien reír, que se motive a juntas improvisadas, que dé los pañuelitos mientras lloras a moco tendido y te rete por porfiada?. En fin, tener amigos siempre suma a los días.
Me quiero referir especialmente a los boy-friends. Sí, los amigos hombres. Yo tengo varios y los adoro con todo mi corazón aunque sean pasteles, mamones, se les escapen las cabras para el monte o sean muy distintos a mí; como sean los quiero. Siempre me he relacionado mejor con ellos, porque a veces soy deslenguada y ellos no se asustan, no son sensibles y sé que no se sentirán con lo que les diga. Hablamos a calzón quitado, son hombres y piensan diferentes; son prácticos, juzgan menos y aceptan más; son claros, directos y ¡podemos tomarnos hasta las molestias! Comemos de todo, tiramos tallas y admiro su habilidad para orinar en cualquier lado, así como su nivel de aguante al rechazo de las minas. No son todos así, pero algunos de estos puntos tienen. Por algo siguen en mi vida, ya sea día a día o una vez al año, nos queremos igual y los que quedaron en el camino, bueno son cosas que pasan. Con esto no es que mis amiguitas no sean así, porque ellas son maravillosas y las adoro, pero hoy no es de ellas, es de ellos.
Por eso quiero contar los tipos de amigos que podemos tener. Claramente pueden ser más, pero estos son al menos los que yo he identificado.
1- El bueno pa'l carrete. Este amigo pasa enfiestado, da lo mismo qué día de la semana: siempre tiene carrete y si no, ¡lo arma! O sea, usted lo llama y si esta on fire, invita enseguida o si no su respuesta siempre es "¡pero hagamos algo ahora poh!".. Party-boy el chiquillo; ¡debajo de su manga siempre hay un vale por una piscola!
2- El amarrete. Este nunca quiere salir porque no quiere gastar y no porque no tenga, si no por cagao'. Si uno lo invita nunca llega con algo; si hay junta en un bar, siempre tiene algo que hacer, encuentra todo caro y se queja de que no hay plata. Lo queremos igual, pero claro: juntarse es complicado, por lo que mail, fono y whatsapp es lo más fácil para mantener este amigo.
3- El macabeo. Este a veces marea de tanto que habla de la polola cuando se logran juntar (si es que le dieron permiso). Trata de ir siempre a juntas con hartas personas para que no lo estén paqueando por ir solo. A este amigo se les ve más en ocasiones especiales, para que no tenga problemas y no hacerle tanto bullying. Aquí, ¡siempre se reza por que la polola sea simpática! Si no lo es, la amistad se hará difícil. Igual se le quiere.
4- El drama. ¡Las teleseries venezolana son una alpargata al lado de él! Es que ¡qué no le ha pasado! Si sale junta es porque algo malo pasó; aquí a veces me pongo en modo terapia y me gusta ayudarlo a sacar sus dramas, para que se sienta mejor. ¡Si uno quiere verlo bien! Yo tengo fe en que un día llegará a decir "¡oye, estoy la raja!", así que cuando es la junta lo escucho y luego le subo el ánimo hablando alguna lesera, que de esas siempre ¡me sobran! Porque dependiendo del drama que me cuenta, veo si le cuento de mí, porque si está más pa' la cagá que yo, mejor que no.
5- El "tu amigo te tiene ganas". ¡Ay! aquí es re difícil la amistad, porque es uno de los que siempre esta ahí, en las buenas en las malas, en los carretes, los llantos y las risas. Y hay ciertas cosas que no se le pueden contar, porque una no quiere dañarlo y contarle de pinches es una puñaladas en su corazón. Además que es bueno para retar. Una piensa: "este amigo me debería gustar si es tan bueno conmigo", ¡pero no!. Siempre nos gusta el que nos hace mal, hahaha; aún así, él es un amigo bacán. Si se copetea puede que haga alguna declaración y una lo rechace. Luego de unos días seguimos tan amigos como siempre.
6- Al que yo "le tengo ganas". Con éste la amistad ¡me da calor! Porque yo lo desvisto todo el rato con la mirada y a la vez, escucho las historias de su citas. Y bueno, cuando cuenta alguna cochinada, me falta poco para decirle: "¿y cómo se hace? A ver, muéstrame porque no la entiendo". ¡Pero no!, hay que ser objetiva y prefiero tenerlo como amigo a que quede la cagá. Booty calls siempre pueden haber. Amigos buenos no.
7- Al que le tengo amor/ odio, porque es bipolar. Una semana esta ahí, súper pendiente conversando, organizando juntas y a la otra no hay rastros de él. Pasan meses y vuelve aparecer. Como a mí se me olvida lo bipolar que es, vuelvo a hablarle, ¡si es tan re simpático, cómo no lo voy a querer! ¡Y otra vez me deja tirada! Bien SPM el amigo, pero cuando una está mal, ahí sí que llega. Por eso igual mantenemos amistad.
8- El de cabra chica Tocopilla. Este amigo es como hermano. Es el amigo que me conoce de fea, que vio mis primeras curaderas malas con jugo Yupi y el que escuchó las primeras veces que me rompieron el corazón. Con él nos vemos poco, pero el cariño es enorme, por lo que cuando hablamos siempre es como si nos hubiésemos visto la semana anterior y mandamos saludos a toda la familia, porque somos parte de una y de la otra.
9- El partner. El que te mira y ya sabe que pasó. Que con un llamado va y siempre puedes contar con él. Este amigo, si no sabes de él un día, empiezas a llamar a todos lados y mandar mensajes hasta que dé señales de vida, porque ya te asusta el no recibir el "hola" diario. Con éste se puede estar en silencio o cagarse de la risa. Siempre es buena compañía y si uno de los dos anda mal, se entiende. Sabemos que ya pasará.
Y ustedes, ¿cuáles añadirían? ¡A ver si nos sale segunda parte!
Imagen CC Jiuck
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