Durante mis años de juventud, cuando comencé a sentir esas mariposas en el estómago, me di cuenta de que los tipos en los que me fijaba no eran los más adecuados. Al principio pensé que eran meras coincidencias el que siempre me topara con "casos especiales" y asumí que en mi vida adulta mi ojo - además de mi suerte - mejorarían y que finalmente conocería minos interesantes.
Sin embargo, me sigo topando con hombres "personajes", lo cual me hace cuestionar si tendré un imán para atraer pelotudos. Un pelotudo se presenta en distintas formas y contextos: puede ser un compañero de del post título que estás tomando, un reencuentro con un amigo de la infancia, un tipo x que apareció en un happy hour o un gallo relacionado con tu pega. Lo reconoces porque encaja dentro de diferentes perfiles como "el que sí que no", el que anda despreocupado por la vida, el "niño de por vida", ese que busca una polola "terapeuta" o una segunda mamá, el galán de cartón, el lolosaurio, entre tantos otros.
Cada uno de ellos representa las cosas que una mujer no quiere de su pareja, pero al aparecer no están interesados en cambiar. En mi caso, he conocido galanes de cartón (ese que me regaló un exprimidor para la navidad), esos a los que todo les importa un pepino y también el que jura que es Peter Pan (pero con arrugas y responsabilidades). Creo que una de las experiencias que más me afectó fue conocer a un "que sí que no", porque yo a estas alturas de mi vida tengo claro lo que quiero y estar con alguien que no lo sabe, implica un retroceso en la vida.
Siempre que intento reaccionar al respecto me pregunto ¿qué aspecto de mi personalidad será el que atrae a este tipo de hombres? Sigo sin determinar una razón que me haga sentido, pero tengo la certeza de que estoy chata de chocar con tanto espécimen en el camino. El problema con lo anterior es que por una parte me gustaría conocer a alguien, pero por otro lado no estoy dispuesta a soportar más pelotudos.
Me gustaría preguntarles ¿soy la única que tiene este imán?
Imagen CC Emma Royle