- Me cae demasiado mal ella.
- ¿Por qué?
- No sé, no me acuerdo. (Carita de pena...)
Eso me pasa cuando veo a una de mis ex compañeras del liceo. Sé que me cae mal, pero no sé por qué; me concentré tanto en el enojo hacia ella, que el motivo de este... no lo recuerdo.
Lo más cómico es que no me gusta que ninguno de mis amigos le hable, ni se acerquen a ella. Si a mí me toca hablarle, voy con toda la buena onda para tratar de superar este "no problema" pero al llegar, mi enojo se apodera de mí como una pequeña llama que está en todo mi cuerpo. Definitivamente es raro.
Mis amigos no me entienden. Mi pololo se ríe cuando le cuento y absolutamente todos me preguntan por qué me cae mal, a lo que mi respuesta siempre es la misma: "no sé".
Quizás debería hablar con ella para hacer memoria de este sentimiento, porque debo reconocerles que es mutuo: ella también me tiene mala. Si sigo así, no obtendré respuesta alguna y quizás deba vivir con este enojo para siempre (sin motivo) Lo que debería hacer es sentarme con ella a tomar un café y conversar las cosas.
Solo espero que sea de manera amistosa...
Imagen CC Chema Concellón