Tengo más amigos hombres en mi vida que mujeres y, gracias a eso, entiendo mucho mejor el humor masculino y sé perfectamente cómo nos clasifican (sí, en categorías, como si fuésemos parte de una vitrina de supermercado). Así que un día, en una junta en que la cerveza fue la protagonista, me contaron que para ellos, hay tres tipos de “minas”: la linda/bonita, la rica y la hermosa, siendo esta última la máxima cualidad en una mujer.
Primero, debo decir que encontré todo esto una gran escasez de materia gris, pero al rato lo entendí. Después de todo, nosotras también caemos en esto de “categorizar” a los hombres y algunas tenemos muy claro qué nos gusta y a quiénes no queremos por ningún motivo en nuestras vidas.
Cuando un hombre califica a una mujer de “hermosa” es porque ésta cumple con todos los requisitos intelectuales y de belleza que ellos andan buscando. Ya no la califican en primera instancia como “rica” porque resulta todo más frívolo y la belleza es parte de algo más grande y completo.
El poder de ser hermosa para los hombres demarca que al serlo, se está transmitiendo algo diferente y especial, que es difícil hallar en cualquier sitio. Y que por supuesto, excluye las ayudas de pabellones y dietas extremas. Ser hermosa es esa cualidad única que no se relaciona con la figura sexy para cumplir todo tipo de fantasías. Esto va más allá…
Cómo hablas, te presentas o caminas. Todo incluye un gran atractivo para el sexo opuesto. Para una mujer hermosa no es necesario ser el centro de atención, ya que por lo general no buscan serlo. Ellas, sin alardear, llaman la atención de manera natural, conscientes lo que valen, sin precisar validación de otros para seguir existiendo en armonía.
Por tanto, una mujer hermosa refleja su emoción por las cosas, la pasión con la que vive y su fortaleza. Esto hace que antes de llevarla a la cama, prefieran conocerla, siendo esto más excitante que una sola noche de pasión. Las mujeres hermosas, por lo general prefieren ser más sencillas y no tienen problemas con salir sin maquillaje, porque creen que no es necesario “esconderse” en él. Además, si se "arreglan" es para ellas, no para el mundo.
Cuando somos seguras y auténticas, los hombres lo notan, buscando acercarse. Sobre todo si a eso sumamos el saber hablar bien y exponer claramente nuestros puntos de vista. Saber que puede hacer las cosas por sí sola, ya que se sabe suficientemente capaz. La mujer hermosa es reservada y considerada, no cae en chismes. Y sobre todo, se nota desde el primer momento que su alma brilla y tiene mucho por entregar.
Y tú, ¿te consideras una mujer hermosa?
Imagen CC juanedc