La moda, lejos de ser exclusiva para figuras ultra estilizadas, está dando señales de verdadera apertura e integración. Quizás la belleza real, con sus diferencias, está imponiéndose en tiempos en que cualquier tipo de discriminación resulta inaceptable.
De todos modos, la idea no es castigar a la Alta Costura. Por el contrario, su sólido modelo de funcionamiento ha generado empleo en Oriente y Occidente, marcando el pulso de cómo nos vemos (y cómo queremos vernos) en las últimas décadas.
Un ejemplo de los cambios que positivamente sacuden a la industria lo entregó este año la psicóloga estadounidense Danielle Sheypuk, especialista en relaciones entre discapacitados, al desfilar en silla de ruedas durante la Semana de la Moda de Nueva York, con diseños de Carrie Hammer.
The Huffington Post rescató entre sus declaraciones que quienes padecen discapacidades son un mercado inexplorado en la moda. “Leemos revistas, compramos en tiendas, pero nada está dirigido a nosotros”, aseguró la afectada con atrofia muscular espinal.
En tanto, Hammer expresó al mismo medio que no desea promover maniquíes, sino impulsar “modelos a seguir”. “Mis diseños son vestidos que se ajustan a la mujer. No hacemos vestidos a los que las mujeres tengan que adaptarse”, agregó.
Pero Danielle Sheypuk no está sola en la tarea de llevar a las pasarelas a personas que históricamente no han sido consideradas modelos.
Kelly Knox, sin su antebrazo izquierdo, salió a la luz pública tras ganar el programa “Britain's Missing Top Model”. Orgullosa de sus logros ha mencionado a la prensa que revistas y compañías de productos de belleza han empezado a valorar a personas con discapacidades.
Jack Eyers, por su parte, tiene una pierna amputada. La situación, lejos de ser limitante, lo acercó al Rugby y a la Natación. Además, motivó su formación como personal trainer para ayudar a otras personas a fortalecer su confianza. En el marco de los Paralímpicos de Londres 2012, se convirtió en un modelo fitness.
¿Chile podría animarse con esta tendencia? ¿Este tema abre una nueva arista en el debate sobre la inclusión?
Imagen Facebook Danielle Sheypuk