Si antaño nuestras madres se casaban y nos tenían siendo muy jóvenes, hoy los tiempos han cambiado drásticamente. Nuestra generación privilegia terminar los estudios, especializarse con postgrados, afianzar la carrera y viajar antes de formar una familia.
Sin embargo, para muchas el sueño de tener hijos no queda relegado; sólo se posterga un poco, aún cuando exista un gran pero: el tiempo. El reloj biológico y sus ciclos implacables pueden interponerse en nuestros planes. ¿Qué hacer en esos casos?
Lo primero que debes saber es que el peak reproductivo de la mujer se da entre los 20 y los 35 años, cuando la fertilidad está en su apogeo. Pasando esa edad, las probabilidades de embarazo tienden a disminuir. No obstante, si tus proyecciones exceden ese plazo, debes saber que hay alternativas para procrear hijos, como por ejemplo congelar tus óvulos.
El ovocito congelado puede mantenerse durante años. Pero es una decisión que debe meditarse, ya que el criopreservar los óvulos no es garantía del éxito del procedimiento. Las posibilidades de fecundar el ovocito tras descongelarlo son bajas y éste es un riesgo que debemos asumir.
Para obtener el óvulo, es preciso someterse primero a un tratamiento de estimulación hormonal, muy similar al que se realiza en la fertilización in vitro. Este consta de varias inyecciones que estimulan al ovario a producir múltiples huevos, cuya extracción se realiza con anestesia por vía transvaginal, para ser inmediatamente vitrificados (técnica ultra rápida de congelación).
Y tú, ¿congelarías tus óvulos para fecundarlos a futuro?
Fuente ProFertilidad.cl
Imagen CC Instituto Bernabeu