Cuando era chica recuerdo que pasé por un problema de salud: tuve que tomar mil medicamentos y quedé con la cabeza trastornada de tanto ver cajas de remedios.¡No quise ver más pastillas ni farmacias durante un tiempo!
Luego me di cuenta de que una de mis amigas tenía sus cajones como verdadera farmacia ambulante. Fue ahí donde le di un reto de aquellos, porque no puede ser que se estuviera automedicando y comprando mil cosas sin tener idea del efecto que podrían provocarle.
Entonces tuvimos una larga conversación y le conté mi experiencia cuando era pequeña, pero era totalmente distinto, ya que un médico me había hecho un diagnóstico y dado medicamentos.
Lo más importante amigas, antes de pensar en preguntar en la farmacia de la esquina - donde te venden todo sin receta - o comprar el remedio que nos digo la prima de una prima, es acudir a un especialista ante cualquier problema de salud que no se resuelva. Imagínense: una amiga media loca nos puede recomendar tal cosa y resulta que nos hace peor.
Según mi experiencia, lo que compro muchas veces son medicamentos homeopáticos. Algunos resultan ser bastante buenos y lo mejor es que son naturales, pero ¡ojo! Tampoco debemos abusar, ya que todo exceso tiene su consecuencia a la largo plazo.
También hay que evitar pasarnos mil rollos de que si será tal cosa u otra. Si leemos todas las páginas de Internet y foros de salud, ahí si que la cabeza se nos coloca peor sin tomar un solo remedio, jaja.
Ahí quedó mi amiga, ¡plop con el sermón que le di! A la semana siguiente tenía su cajón lleno de pulseras, aritos y cosas bonitas; nada de remedios ni cajitas raras. Sólo lo justo y necesario.
¿Ven? ¡Si es necesario a veces retar a nuestras amigas para que aprendan!. Fue lo mejor.
¿Alguna ha pasado por esta especie de adicción rara a los medicamentos?
Imagen CC jgoge