Pequeñas cosas terribles: hacer las cosas obligadas

¿Aburrida de que te den órdenes?

¡Típico de cuando vivíamos con nuestros padres! o si algunas todavía viven con ellos, o con los tíos, abuelos o familiares. No podíamos estar tranquilas, ya que siempre, pero siempre nos mandaban a hacer alguna cosa.

A veces estaban todos en su onda, pero la que siempre hacía las compras tenía que sólo recibir órdenes, tomar las llaves y salir calladita a comprar el pan para la once o lo que fuera necesario. Cuando no había nadie que con quien dejar a los más pequeñitos del hogar, alguien tenía que hacerse cargo y bueno, la misma persona obviamente.

Eso solía pasar ¿o no amigas? y de hecho sigue pasando, ya que si ahora vivimos con alguna amiga/o o con la pareja no falta el que está ahí como trastornado en el 'computador o viendo el mejor capítulo de "Breaking bad" y con mucha dulzura te dice: "¡Yo que te quiero tanto! ¡Te adoro, porque sé que tú siempre me vas a comprar cosas!" Y te mandan ahí sin ellos mover un dedo.

A veces nos da gusto hacerlo, ya que queremos salir a tomar aire también o necesitamos comprar nuestras cosas, pero en otras ocasiones estamos tan agotadas y aunque nos vean ahí tiradas en un sillón ya casi cerrando los ojos, igual nos ¡mandan!

Y entonces es cuando nos dan los cinco minutos y queremos mandar a la punta del cerro a los mas adorables pololos, amigos, familia, lo que sea, jeje. El punto es que sólo quisieramos estar solas y que nadie nos viniera a molestar ni un segundo, pero obviamente los demás no lo entienden y cada vez más colocan excusas para que vamos nosotras.

Así, comenzamos a hacer las cosas obligadamente y se convierte en algo realmente terrible, ya que a nadie le gusta que le estén dando órdenes ni para comprar, planchar, cuidar a los más chicos o hacerse cargo de algo que los demás perfectamente podrían.

De hecho, recuerdo una vez que un pololo que tuve me obligó prácticamente a acompañarlo a una comida, donde yo no tenía "pito que tocar". Estaba realmente agotada y sólo quería dormir, pero a él le daba verguenza ir solo. Hasta ese punto podemos llegar cuando aceptamos todo lo que nos piden.

Pero claro, como ya nos tienen de caseras nada que hacer ¿o si? No pues, no podemos hacer las cosas si no queremos, asi que ¡firmes con eso!

Y ustedes ¿qué harían en estos casos?