Si hay algo que he aprendido a la perfección es que si no quiero estar con malas energías, hay cosas que por cuenta propia debo eliminar en mi vida. Me di cuenta gracias a un ex amigo que me escondió una mentira muy grande y grave durante meses, lo que me produjo mucha pena. Pero a la vez, también aprendí cosas.
Por eso, hoy te dejo un consejo respecto a las personas que te rodean. Si eres consciente de que para estar bien hay que estar con gente positiva, conseguirás felicidad y tranquilidad. Las personas mentalmente fuertes entienden la influencia que ejerce la gente tóxica en otros, por lo tanto, ¿qué hacen? Las evitan.
Acá ciertos tipos de caracteres que en ocasiones es recomendable evitar/alejar:
1.El que se aprovecha: ¿qué puede ser más molesto que tener a una persona a tu lado que lo único que está esperando es una instancia para pedirte cosas o aprovecharse de tu buena voluntad? Por lo general, cuando estas personas consiguen lo que quieren no te vuelven a hablar hasta que nuevamente precisan algo de ti. Pero cuando eres tú quien necesita ayuda, o no escucharon el celular o no vieron tu whatsapp o simplemente, no les dio la gana y no tiene problema en que lo sepas. No sé ustedes, pero a mí me enseñaron que la amistad es recíproca, no unilateral.
2.El cómodo o el flojo: me apesta la gente a la que le gusta que le den todo en bandeja. ¡Me carga, y lo peor es que la pereza se contagia! Basta con que una o dos personas sean proactivas para que el resto “acate” y no mueva ningún dedo en colaborar. Generalmente, cuando te rodeas de estas personas te terminas aburriendo de ellas y no considerándolas en panoramas o cosas por el estilo.
3.El cuentero: estos típicos personajes que hablan mucho y hacen poco. Predican y no practican, cantan pero no bailan, etc. Me carga la gente que no es concordante con lo que hace, dice o piensa.
4.Los que siempre se están quejando: ¡uf! Todos tenemos problemas, algunos más grandes que otros, pero no hay por qué estarlo transmitiendo a todo el mundo. Soy de esas personas a quienes les gusta mucho escuchar y aconsejar; no digo que la gente con depre me latee, yo también tengo mis momentos y se los cuento a amigos cercanos. Sin embargo, esto de estarse quejando constantemente y parecer un reprimido social... No sé qué tan feo pueda sonar decir lo que voy a escribir, pero la gente negativa termina espantando a quienes tiene alrededor. ¡Comprobado 100%!
5.El que no se toma nada en serio y sólo sabe carretear: Acá tenemos al típico espécimen que va a todas, pero que en realidad no tienes claro si estará contigo en momentos difíciles. Hay amigos para todo, dicen por ahí, pero creo que este tipo no debe mezclarse tanto con personas que están en otra “parada”. Además, ya tengo a mis amig@s con los que salgo y lo paso chacho.
6.Los presumidos o levantados de ya saben qué... esta gente me produce una sensación de amor y odio. Por una parte los respeto, ya que está bien que valoren sus logros, pero por otro lado siento que esa necesidad de alardear de sus vidas viene con un mensaje para llamar la atención y obtener validación social. Algunos creen que van a provocar envidia en quienes los escuchan, pero no saben que no todo el mundo es tan básico como para estar 24/7 pendiente del resto. Habemos quienes sólo nos concentramos en hacerlo bien.
Bueno, estos son mis seis razonamientos mentales para no contagiarme del egocentrismo de otros ni de malas energías. Si hay algo que puedo asegurar hoy, es que realmente ser consciente de quienes me rodean y entender sus intenciones me ha ayudado a que no me vuelvan a tratar de idiota.
¡Espero les sirva! Seguro hay más, pero a título personal ¡esto es lo que yo he aprendido!
Imagen CC Alex Dram