Cuando somos nosotras las que estamos pasando por algo "heavy", podemos llegar a nublarnos tanto que luego cueste mucho encontrar el camino de regreso.
Cada uno tiene una manera de afrontar: algunas lo hacemos mejor o peor que otras y es básicamente debido a nuestro carácter. Puedes ser una manipuladora compulsiva y salir bien parada o al revés. Cuando pasan cosas fuertes, que nos marcan, sacamos de nosotras mismas cosas que no sabíamos que estaban ahí. A veces podemos sorprendernos por la entereza con la que nos manejamos o quizás, podemos "bloquearnos" debido a la desesperación de que algo se haya ido de nuestro control. De cualquier forma, ver las cosas de cerca nos ayuda a conocernos más, para aprender de nosotros y al mismo tiempo dejar en un rincón de nuestras mentes el conocimiento de que somos capaces…
Cuando mi papá se murió, no sabía bien lo que estaba pasando, a pesar de que ya tenía edad. Miré a mí alrededor y supe que tenía que fortalecerme para poder salir adelante. Este tipo de cosas son las que nos ayudan a no quedarnos atascadas, o al menos fue así para mí. Hoy, años después, admiro 500 veces más a mi madre por haber sabido hacer las cosas y no quedarse estancada.
Lo mismo pasa con las relaciones amorosas: cuando nos deja una persona que pensábamos era nuestra “alma gemela” duele el triple, y sí, creemos que somos nosotras las del problema o lo que sea. A veces, ni siquiera nos dejan, somos nosotras las que nos damos cuenta de que hay algo que ya no encaja, que está fuera de lugar. Un día me puse a pensar en que quizás eso que todo el mundo busca tan desesperadamente es algo temporal. “La media naranja” puede ser esa persona que llega sólo una vez y seguramente sea la más importante que conozcas en tu vida, porque derrumba todos los muros y te hace despertar de un porrazo, te quita el velo de los ojos y se va. Esa es su función, y aunque duela, hay que dejarla ir para aceptar lo que viene.
Ahora, ¿entienden lo difícil que es ver las cosas cuando las ven muy de cerca? Lo mismo es cierto en la vida, si están lidiando con algo que parece difícil de manejar, o no tiene mucho sentido, dénle una nueva perspectiva, cambien el chip e intenten volver a caminar sin mirar atrás, dejando ese pasado en la mente como recordatorio para lo siguiente.
¡Suerte!
Imagen CC El Coleccionista de Instantes