Sabemos que la amistad es un tesoro celestial y que tenerlos en nuestra vida vale más que poseer bienes. Sencillamente, son una bendición: seres incondicionales, familia que nosotras escogemos, siempre con la palabra precisa, el abrazo perfecto y un buen consejo. Hasta qué…
Muchas veces nos preguntamos por qué un camarada, un partner, se va de nuestra vida. Nos sentimos defraudadas y traicionadas, ya que aquella leal compañía de un día para otro deja de serlo. Perder a uno de estos pilares en nuestra vida duele casi tanto como si se tratara de un hermano o una pareja. Por eso, si opta por tomar un camino distinto, es como una puñalada: estamos profundamente heridas.
Sin embargo, seamos sinceras: si nuestros amigos de pronto se alejan, ¿hacemos un mea culpa? ¿Nos preguntamos cuál fue el motivo o nos quedamos en el cómodo rol de víctimas de la vida? Es importante que revisemos nuestras actitudes, porque sin querer pudimos convertirnos en uno de esos odiosos vampiros emocionales, que drenan la energía de su entorno. Y ante eso, ¡no hay cariño que aguante!
Revisemos entonces, cuáles son esos “amigos tóxicos” y reflexionemos si - sin querer - nos hemos convertido en uno:
1. Los “drama queen / king”: Existen personas para las cuales todo es oscuro, negro y espantoso. Cada vez que te hablan es para contarte lo horrorosa de su existencia. Se quejan de cómo todo va mal en su historia y de que el mundo conspira contra ellos. Jamás te escuchan; pero tú sí debes oír cada una de sus desgracias. Si te cansas de su negatividad o tienes algo más que hacer aparte de escucharlos y compadecerlos, te hacen sentir como la peor persona: falta de empatía, insensible y egoísta, tras lo cual te desean las penas del infierno con tal de que "comprendas por lo que ellos pasan". Amiga, está bien que quieras a tu partner, pero a no ser que hayas estudiado psicología, es bien poco lo que puedes ayudarle. Mejor hazte un favor a ti misma, tomando un poco de distancia si la relación se volvió tóxica y tu yunta evidencia cierta adicción a ser "remolcada".
2. La amistad como una obligación. Hay quienes te confieren el honroso título de “amigo”, pero con ciertas cláusulas: debes estar disponible 24x7, invitarlos a todos tus eventos familiares, presentarles a tus prospectos para que den su aprobación antes de que pololees y recibirlos en tu casa cuando se les ocurra pasar por ahí. Si no haces lo que esperan, ¡arde Troya! porque “no sabes ser amiga”. Son sumamente agotadores, invasivos y absorbentes. Puedes tener mucha paciencia, pero tarde o temprano ¡acabarán con ella!
3. Los débiles e indefensos: Para cualquier cosa que requieran hacer, necesitan de tu apoyo y protección, mostrándose completamente inútiles y desvalidos. Esperan que hables por ellos, los defiendas, protejas y soluciones sus conflictos, pues ¡no son capaces de hacerlo por sí mismos! Es como si adoptaras a un bebé, con la diferencia de que éste está suficientemente crecido. Puede que tu instinto maternal aflore durante un tiempo, pero tarde o temprano te darás cuenta de que un hijo que no pariste ni criaste, que más encima es caprichoso y exigente, no es lo que realmente llamarías “amiga/ o”.
Y tú, ¿qué otras razones añadirías para hartarte de algún “compinche”?
Imagen CC Len Radin