¿Puede sobrevivir una relación al odio de la suegra?

La familia del pololo. Un ambiente desconocido y misterioso, que nunca dejará de sorprenderte. Cuando crees que todo va bien, ocurre algún inconveniente y terminas enfrascada en una discusión. ¿El motivo? Estás haciendo cambiar al “regalón” de la familia, que ahora por tu culpa dejó de hacer cosas que antes hacía con frecuencia. Bueno, es el síndrome celoso del círculo familiar.

En los peores casos vemos como consecuencia el quiebre de una relación familiar. Al menos eso me pasó a mí. Mi pololo cambió al comenzar a pololear conmigo y no fue porque yo se lo pidiera. Quiso dejar de tomar y apartarse de las juntas que lo incentivaban a las fiestas todos los fines de semana. Para su madre, mi supuesta suegra, fue una amenaza mi llegada.

Extrañamente, estaba ofuscada porque su hijo no tomaba. Según su papá, nunca lo había visto tan feliz y estaba orgulloso de que quisiera buscar un camino distinto y madurar. Para su madre, en cambio, su retoño andaba infeliz y triste: la responsabilidad de todo era mía y de mi actitud mojigata. Al parecer, tuvo mucho contacto con gente tóxica y yo pagué las consecuencias.

Tengo que admitir, que nunca hice algo para molestarla. De hecho, pasamos unas fiestas de Navidad y Año Nuevo increíbles, donde hubo mucha risa y amor. Por eso mi impresión fue mayor cuando empezó a desatarse el show. Hubo gritos, insultos y acusaciones falsas graves, que ni siquiera me vale la pena comentar.

Aunque pasó de todo, seguimos juntos, luchando. Entendió que eran celos propios de una madre, pero no justificó en ningún punto los insultos. Actualmente están enojados. Me siento culpable, a pesar de que no gatillé el episodio ni fui responsable de que mi suegra se creyera los cahuines del barrio. Mi pololo está triste. Su familia está dividida, porque no quieren verlo surgir. Yo pago las consecuencias de incentivarlo a estudiar o buscar nuevos rumbos.

¡Paciencia! Es lo que me repito a diario, pero cuando se lleva mal con la familia del novio, todo se complica inevitablemente.

Y a ustedes, ¿les ha pasado algo similar?

Imagen CC LNePrZ