La evolución de las teleseries chilenas

Me acuerdo cuando era chica y veía "La Fiera", de TVN, donde la 'Ají Color' manejaba al 'Echaurren' como quería. ¿Se acuerdan? O cuando el rico de Cristián Arriagada era el pavo del colegio en 16. Y esa canción, "¡Divididos, nos tienen separados!" (era súper pegajosa y cool). Después empezamos a ver más piel por la pantalla, con “Machos” por ejemplo (los minazos Mercader).

De ahí en más, los temas que abordaron las teleseries se ampliaron, acercándose a esa realidad que a veces no queremos ver. Era atractivo apreciar esas nuevas apuestas, con la forma "real" de ser del chileno. Antes, las novelas mostraban cosas más siúticas (a mi parecer), pero ahora son más del “pueblo”, de lo común. No escapan tanto de los márgenes de la realidad.

De repente nos encontramos con teleseries como “El Señor de la Querencia” o "¿Dónde está Elisa?", ambas con un súper rating, ya que trataban temáticas desgarradoras en épocas muy diferentes. En lo personal, recuerdo esos dos finales de teleserie hasta el día de hoy. Tenían a medio Chile pegado y comentando en sus ratos libres.

Me quiero detener a darle las gracias a Canal 13 por “Las Vegas”. Es como si me hubiesen leído la mente, o bueno ¡a muchas!. Pusieron de protagonistas a esos minos exquisitos con los que una sueña. El papel de Mario Horton (tengo un problema con ese hombre y los que se le parecen)… ¡Uff! Gracias, ¡muchas gracias!.

Secretos en el Jardín fue otra producción excelente. Habían diferencias con la historia real (aunque ¿quién sabe?), pero era lógico. Lo mismo con la excepcional “Los 80”. Su final fue ciertamente emocionante.

Me acabo de dar cuenta de que he hablado solo de TVN Y C13, olvidando que seguí “Sudamerican Rockers” de Chilevisión. Esta serie relató la historia de Los Prisioneros. ¿Vieron el parecido del actor que encarna a Jorge González con el original? Se pasó el cabro… Y más reciente, Pitusa sin lucas también está de lujo.

Lo cierto es que me declaro una fiel seguidora de las teleseries chilenas a lo largo de la historia. Poco tenemos que envidiar a las extranjeras. Y potencial para seguir creciendo ¡hay de sobra! Ustedes, ¿qué creen?

Imagen CC rodolfoabud