El año 2014 fue de dulce y agraz; algunos consiguieron trabajo y otros lo perdieron. Pero si algo nos afectó a todos fue el alza en el costo de productos comestibles de primera necesidad, además de los combustibles. Un clima incierto dirían los economistas Qué opinas tú, ¿deberíamos temer este 2015?
La verdad es que no todos tenemos la misma situación económica. No me refiero al estatus social, sino al presupuesto que manejamos mes a mes. Los productos siguen subiendo y si queremos vivir mejor - o permanecer en el estado actual -, nos vemos forzados a adquirir trabajos complementarios, hacer horas extras o crear un emprendimiento.
Estos últimos días los noticieros han dado auge al tema playas, camping y una que otra alternativa para descansar de forma económica, idea que me parece estupenda. Pero no he visto nada más arena y pan de huevo en TV; me ha sorprendido cómo el chileno normal demuestra su temor hacia una posible economía deficiente, aumento de cesantía e incremento de la canasta básica. Con esto, no sólo grandes empresarios turísticos han visto bajas, sino también el pequeño emprendedor que tenía ingresos con los que contaba todo el año y que ahora se han reducido de manera considerable. Por eso me pregunto, ¿es necesario temer?
Sé que es difícil hablar de dinero sin asociar política, pero intentémoslo. Hablemos de cómo este temor a la precariedad nos está afectando a todos en algún grado. Este temor es evidente en el padre de familia que llega a la casa con angustia, transmitiéndola a su mujer e hijos, porque el empleador tiene menos trabajo que ofrecer o la gente ya no está adquiriendo su producto. ¿Logras armar la idea? Esta es una cadena y nuestro propio temor nos podría llevar a una crisis real. Te lo pregunto: ¿tienes miedo? ¿Estas guardando para las vacas flacas de 2015?
Es verdad: debemos ser ordenados con el dinero, no gastar en cosas innecesarias, elegir el menor precio, pero no privarnos de disfrutar de aquello que nos hace felices. No podemos seguir propagando el miedo con nuestras actitudes. Debemos poner un alto ahora, antes de que nos volvamos unos amarretes que sólo piensan en no gastar hoy un dinero que podrían usar mañana… ¿Y si no hubiese un mañana? Hemos aprendido que la suma de momentos alegres forma la felicidad. ¿Estás dispuesta a que tus miedo te impidan ser feliz? ¡Vivir es hoy! Y no por eso vas a tirar la casa por la ventana: vive bien, con lo necesario, pero ¡no con miedo!
Muchas veces pensamos que la dirección del país está en las manos de un gobierno, y puede que en parte sea verdad, pero la dirección de tu vida está en las tuyas. Echa fuera el miedo. Esta emoción sólo te detiene y tú debes avanzar por los ti, por los tuyos, por tus sueños. ¿Te atreves?
Imagen CC sweetenough