Las nuevas tecnologías han permitido que muchas parejas se formen, así como también que otras lleguen a su fin. Whatsapp se ha transformado en una herramienta tecnológica muy utilizada a nivel mundial. Ya nadie quiere estar fuera y todos buscan mantenerse “en línea”. Pero, esta red social tiene una particularidad: cualquier persona que tenga tu número puede enviarte un mensaje, no importando si te conoce. Esta es la historia de una prima que por error, recibió un mensaje de un curioso personaje que terminó siendo su pololo.
Como mencioné antes, esta historia nos lleva a creer que, finalmente, sí puedes encontrar tu media naranja mediante las redes sociales. Es bastante arriesgado y hay que tener mucho ojo. En Chile hay bastantes casos de personas que se conocieron por Facebook o Twitter y terminaron bastante mal. Pero hoy queremos destacar el lado bueno, no siempre un error tiene resultados nefastos. Y en este caso, un equívoco se convirtió en amor.
Mi prima Cecilia llevaba soltera cerca de siete meses. Su relación anterior no había terminado bien y ella, como muchas mujeres, no creía en los hombres buenos. Creía que todos eran unos patanes. Pero un buen día, tuvo que morderse la lengua. Así es, porque esa tarde calurosa le cambió la vida y hasta la situación sentimental.
Aburrida, luego de una tarde de piscina para capear el calor, tomó su celular como siempre. Siguió la rutina casi sagrada de todos los días: primero Facebook, luego Twitter y al final, Whatsapp. No es muy buena para “chatear” con las personas, prefería sacar fotografías y compartirlas con el mundo. Sí, es súper antisocial. Estaba en eso cuando le llega un mensaje desconocido al Whatsapp. Le pareció raro porque decía: “Hola, Pao, tanto tiempo”. Se puso a reír porque ella no se llamaba Pao y menos conocía el número del que provenía el mensaje. Como buena mujer curiosa, revisó la fotografía de la persona. A partir de ahí, quedó embobada. Era un hombre, vestía un sombrero y le colgaba una cámara profesional en el cuello. En resumen, todo lo que ella buscaba.
No esperó y le contestó: “No soy Pao, soy Cecilia, pero igual podemos hablar un rato. ¿Te tinca?” Ese fue el inicio de una relación que comenzó con conversaciones todos los días y a cada rato. Compartían sus imágenes y su gusto por la fotografía. Así durante tres largas semanas. Hasta que él decidió dar el paso y le preguntó: “¿Te parece ir a dar una vuelta por ahí? Sólo para sacar fotografías, eh”. Mi prima no lo dudó y se juntó al día siguiente. Cuento corto, llevan 5 meses de pololeo. Se declaran muy felices y unos verdaderos agradecidos de las nuevas redes sociales. Y mi prima, para qué decir: señala que encontró al hombre perfecto para su vida.
Como puedes ver, siempre hay una luz de esperanza y… a nadie le falta Dios. ¿Qué te parece encontrar el amor en un desconocido?
Imagen CC Microsiervos