Siempre me hice esa pregunta hasta que me tocó. Las relaciones siguen siendo relaciones aunque no tengan nombre, al menos para mí. Y es que a mi me gusta hacer la distinción entre las cosas que son un juego pero nunca jugar con una persona. Es decir, si no eres mi pololo, andante o novio eso no significa que no te explicaré la razón por la que debo cancelar un plan contigo o de un día para otro apareceré con otro chico ante tu mirada atónita. No, no, no eso no se hace. Eso es ser mala gente y todo lo demás es letra chica.
Justo cuando estaba reflexionando sobre el tema en el Reality de Mega "Amor a Prueba" surgió el final de la historia que mejor puede ilustrarlo: Michael gustaba de Liz a Liz de gustaba Michael, Michael besaba a Liz y ella quería conquistarlo. En la tarde arrumacos, abrazos, besos y quien sabe cuánto más, y en la noche ¡Plop! Michael besaba con particular efusividad a Julia, la modelo brasilera recién ingresada al show, ante la mirada atónita de sus compañeros, la rabia del público y obviamente, la rabia de la muchacha que quedó sin entender nada cuando supo.Y lo peor: Al confrontarlo y refregar en su cara lo poco hombre de su actuar el hombre en cuestión se deshizo en explicaciones desde un "yo no te prometí nada" hasta un " pero si yo te dije que estaba confundido, que tenía que decidir entre las dos", rematando con un desafortunado " Ojalá podamos retomar la amistad".
O sea... No es que yo viva en el país de "Nunca Jamás" pero los hechos son los siguientes: Se besan, hablan, se abrazan, hay cariño y está de sobra el decir que son harto más que amigos. Entonces ¿En qué momento él se siente con derecho a omitir cosas del calibre de: Estoy con otra chica, me puse a pololear o sencillamente el esto se acabó? Ah, ya sé... Bajo la clausula legal del: "Nosotros no tenemos nada".
Quizás a mis 15 hubiese avalado este tipo de rupturas, a los veinte la hubiese justificado con un "claro, es que ella sabía a lo que iba y la cosa no tenía nombre, entonces... perdió no más". Pero a mis 30 Ni cag... cantando.
O sea, todo tipo de relación es válido en estos tiempos en que tener un compromiso -o quererlo - es cada vez más complejo por cada vez más factores, pero algo que nunca cambiará es que se trata de personas. Seres humanos que sienten, se comprometen, generan vínculos y que sufren o les duele ser engañados o traicionados. En este sentido, un poquito de respeto no va a matar a nadie. Hablará mejor de ti que un tremendo listado de cualidades y además, cumplirás esa máxima del "no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti". ¿No?
En el caso de ser la terminada, creo que lo mínimo es entablar una conversación. Quizás no del tipo "pedir explicaciones" pero sí solicitando aclarar qué pasa, qué pasó y qué cosas llevaron al otro a tomar una decisión. Para ello creo que es fundamental ser clara desde el comienzo y no jugar con el otro pero tampoco permitir que jueguen contigo. Yo creo que ese es el eje central de todo tipo de relación, porque si perdemos la confianza en el otro o andamos muertos de miedo controlando nuestros sentimientos porque "no me debo enamorar" o "el puede estar con otra persona cuando quiera, incluso al mismo tiempo que yo" absolutamente todo tipo de posibilidad de tener una buena relación, además de nuestra autoestima, se va olímpicamente a la cresta.
Por otro lado el famoso "No se merece mis lágrimas" es otra mentira más en la que les ruego, imploro y suplico no caer. Las cosas duelen y cuando duelen se lloran, si no se lloran enferman a nivel emocional y físico y generan anticuerpos innecesarios para relacionarnos a futuro. En este sentido el término de una "no relación" también duele y daña, incluso en ocasiones más que una relación formal, porque también tenemos que lidiar con la culpa de haber permitido una situación así y entramparnos en ella aunque se supone que todo sería muy relajado. Los chocolates, el helado, la tele y las horas en cama viendo películas, entre otros cliché son absolutamente válidos y tener algo de verguenza también por lo que, quizás no quieras gritarlo a los 4 vientos, pero de vivirlo, sí, hay que hacerlo.
En fin. En espera de que Liz se recupere, que se me quite la adicción por la televisión (Eso último ya no pasó jaja) y poder darles mi punto de vista de otro tema me despido, pero antes les pregunto ¿Están de acuerdo conmigo?
Imagen: @Doug88888